Primera relación de pareja de mi hijo adolescente, ¿demasiado pronto?
10 consejos clave para enfrentarse, como padre o madre, al primer amor de los niños
- Cómo gestionar que mi adolescente YA tenga pareja
- Nuestro papel como padres de hijos adolescentes
Sabías que este día llegaría. Tu hijo (o hija) adolescente tiene pareja y te parece prontísimo. Casi te ha pillado de forma inesperada. Y piensas: 'Pero es que es tan pequeño aún, esto se le queda grande…' Incluso reflexionas: '¿Esta pareja será buena persona o se quiere aprovechar? O incluso: '¿Nuestro hijo/a ¿se portará bien con esta pareja?'
Educar a un adolescente no es nada fácil. Puede que en tu caso la cosa sea diferente, pero en general, los límites, los portazos y los enfados son los más habituales en nuestras casas. Estamos seguras de que más de uno y más de dos, nos gustaría hacer un máster para formarnos como buenos padres de adolescentes. En Guíainfantil.com te damos algunas claves para saber gestionar la primera relación de pareja de tu hijo adolescente.
Cómo gestionar que mi adolescente YA tenga pareja
Realmente no existe una edad adecuada para que nuestros hijos comiencen o no a tener una relación. Es verdad que según la educación, su experiencia o las herramientas que tengan, seguramente su forma de enfrentarse a ellas va a ser diferente.
Y sobre nuestra manera de responder igual. No hay una manera determinada de responder ante esta nueva situación. Aunque sí podemos pensar en qué forma queremos enfrentarnos a esto. Nuestra propuesta es esa, ser conscientes de lo que queremos hacer nosotros como padres o madres que tienen un hijo o una hija con su primera pareja.
Preguntas que nos harán reflexionar y estrategias para poner en marcha sobre la situación que estamos viviendo:
1. Reflexiona sobre lo que realmente estás sintiendo con esta nueva situación
Nos referimos a detectar qué emociones estamos sintiendo, quizás miedo o tristeza. Y también ser conscientes de qué cosas estamos pensando o nos estamos diciendo sobre este evento. Quizás sientas que se van a aprovechar de tu hijo/a, quizás piensas que no lo has hecho bien.
2. Analiza lo que realmente te molesta
Esta es otra pregunta para reflexionar: ¿Es real lo que estás sintiendo o es que simplemente estás teniendo una premonición o adivinando de forma catastrofista lo que puede pasar? ¿Has hablado con tu pareja o ex pareja sobre cómo ves esta nueva situación de vuestro hijo? Quizás tu pareja o ex pareja vea las cosas de otra manera y esto nos ayude a mirarlo desde otra perspectiva o nos calme.
3. Conoce a la pareja de tu hijo o hija
No te precipites, antes de sacar conclusiones o agobiarte. Si la cosa parece que va en serio y te preocupa, promueve conocer a su pareja de una manera informal y observa cómo es la relación entre ambos. Así saldrás seguramente de dudas. No se trata de hacer un tercer grado, sino de bajar a tierra nuestras premoniciones y pensamientos.
4. Mantén y promueve momentos de comunicación sobre este u otros temas
No vale preguntarle por cómo le va cuando lo llevas en coche al centro comercial o lo llevas al instituto. No, estos momentos de comunicación son momentos, aunque sean breves, en los que podemos sentarnos con nuestros hijos y hablar de cosas que no sean el instituto, su higiene o si recoge o no su habitación.
5. Habla con tu hijo o hija acerca de este tema tan concreto
En la línea del punto anterior, la comunicación en estos casos es necesaria, ¿qué es lo que piensa tu hijo o hija? Por eso, siempre proponemos tener espacios de diálogo mientras están creciendo. Así, cuando llegan momentos así, todos estamos acostumbrados a hablar y existe una confianza que permite tanto a nuestros hijos como a nosotros expresar nuestras opiniones y miedos.
6. Expresa tu preocupación
Puede sorprenderte como tu hijo o hija puede saber a lo que te refieres y cómo puede tranquilizarte en tu miedo. A veces, es más sencillo de lo que creemos. Quizás nuestro miedo sea totalmente infundado, y eso seguramente pueda explicárselo mejor nuestro hijo o hija. Pero para eso, claro, antes ha sido necesario poder tener esa confianza a través de los espacios de comunicación que siempre proponemos.
7. Suelta: Seguro que estás viendo venir la catástrofe
Pero en muchos casos no podemos hacer nada, más aún no debemos hacer nada. Lo mejor que puedes hacer no es evitar que ocurra, sino dar las herramientas a tu hijo o hija para que pueda hacerle frente y si llega el caso, poder acompañarlo para que lo pueda procesar y vivir de la mejor manera posible.
8. Continuar con las reglas básicas en el hogar
En este caso, toca negociar, hasta qué punto esta nueva pareja puede estar o no en nuestra casa. ¿Queremos que la lleve para hacer planes los fines de semana? ¿Quizás en vacaciones? Y los fines de semana, ¿podrá dormir en casa? Estas preguntas puestas sobre la mesa y negociadas por todos, va a quitarnos muchos problemas a la hora de vivir esta situación.
9. Poner sobre la mesa conversaciones sobre el amor, las relaciones, el sexo
A veces no explicamos estas palabras y su significado, lo que puede llegar a confundir a nuestros hijos. Este es un momento ideal para poder dar a nuestros hijos las herramientas y estrategias necesarias que les van a ayudar a vivir una buena relación de pareja. Quizás el sexo es lo que más nos cueste, pero piensa en quién mejor para contarle estas cosas que tú.
10. Mantener amor y responsabilidades: Necesidad de cuidar las relaciones
Todo tipo de relaciones como de amistad y también las de pareja. Es muy necesario poder enseñarles a nuestros hijos la responsabilidad que suponen las relaciones ya sean de amistad o de pareja y que estas se merecen un cuidado por nuestra parte y también como poder autocuidarnos.
Nuestro papel como padres de hijos adolescentes
Como en este y en otros muchos casos, no vamos a poder evitar que nuestra prole se enfrente a cosas o viva situaciones que nos gustaría que sucedieran más tarde o directamente que no sucedieran e incluso situaciones que nos gustaría evitarlas. Pero algo que sí podemos hacer es darles a nuestros hijos las herramientas necesarias para que puedan hacer frente a todas estas circunstancias. Y más aún, poder ayudarlos a transitarlas si llegado el caso ocurren tal y como las habíamos predecido.
Ver como tu hijo ha crecido no es algo fácil para nadie. El que ahora tu pequeño tenga pareja y te veas hablando de preservativos y de respeto por su pareja puede ser un mal trago. Seguro que pensabas que aún quedaba mucho tiempo y que estarías mejor preparado o preparada.
Pues tranquila, estamos seguras de que podrás hacerle frente con las estrategias que te hemos dado. Así que ponlas en marcha ya y adelante.
Esperamos que este artículo te haya ayudado. No olvides compartirlo con el otro progenitor o progenitora de tu hijo, seguro que le va a interesar. Y no olvides dejarnos un comentario con tu experiencia y qué cosas te han servido a ti.
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Bibliografía
- Gallego Martín, Jose Mª. (2016). La familia y el desarrollo educativo de los hijos: una mirada sistémica. Tesis doctoral. Universidad de Alcalá. Disponible en: https://ebuah.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/25882/Tesis%20Jos%C3%A9%20Mar%C3%ADa%20Gallego%20Mart%C3%ADn.pdf?sequence=1
- Salcines Talledo, I. (2011). La comunicación entre los adolescentes y sus familias. Trabajo Fin de Máster. Universidad de Cantabria. Facultad de Educación. Disponible en: https://repositorio.unican.es/xmlui/bitstream/handle/10902/1124/Salcines%20Talledo%2C%20Irina.pdf?sequence=1&isAllowed=y