Bebé de 23 meses. Desarrollo del bebé mes a mes

A medida que el bebé se acerca a los dos años de edad, cada vez es capaz de comunicarse mejor con las personas de su entorno. Ya puedes mantener conversaciones con él, aunque no sean muy fluidas, y verás cómo quiere estar en contacto con otros niños como él. Ahora no solo observa cómo realizan algunas actividades, sino que también comienza a querer participar de sus juegos. ¿Qué más avances vas a notar en un bebé de 23 meses?

El peso y la talla del bebé de 23 meses

Pasados los primeros doce meses, los padres y madres suelen relajarse en el tema de pesar todos los días a su bebé, aunque no en medir. ¿Qué padre o madre no tiene la pared marcada con las medidas de altura de tu retoño o tiene un medidor colocado estratégicamente en la habitación del niño? ¡Hace muchísima ilusión cómo va superando y llegando hasta arriba, verdad!

El bebé de veintitrés meses de vida mide ya unos 87 centímetros aproximadamente y pesa alrededor de 12,5 kilos. Su figura ya no es tan redondeada y con pliegues como en los meses anteriores y va ganando en musculatura y definición. Todo esto se debe a la cantidad de 'ejercicio' que realiza cada día. ¡Y es que a esta edad no paran de subir y bajar escaleras y de correr por el parque!

Y no nos cansaremos de decirlo: cada niño tiene un ritmo de crecimiento propio, si el pediatra encuentra que el peso y estatura del bebé son normales no hay por qué alarmarse si no está en el percentil medio.

El desarrollo en el vigésimo tercer mes de vida del bebé

Tu bebé se ha convertido en un torbellino: salta, corre, abre puertas, se sube a los muebles, abre y cierra cajones... Su gran energía y su enorme curiosidad hacen que tengas que extremar la vigilancia tanto en casa como fuera de casa para evitar accidentes innecesarios.

Juega con sus juguetes de forma autónoma y con mayor facilidad. Puede hacer torres, realizar algún puzle sencillo, repetir canciones, recoger objetos del suelo sin caerse o desenroscar tapones. Su motricidad fina se agudiza y puede que ya haga garabatos más controlados, horizontales, verticales y diagonales.

Le encanta jugar a la pelota dándole con el pie y arrastra objetos de un lugar a otro con facilidad, incluso objetos pesados que jamás imaginarías que puede arrastrar. Está en una fase donde explora su fuerza, por lo que de repente se convertirá en un pequeño Sansón. Ojo, si ves que se frustra porque no puede arrastrar o cargar algo demasiado pesado, ofrécele una alternativa atractiva más adecuada a sus capacidades.

Pronto comenzará con el proceso de dejar el pañal, si no ha comenzado ya, por lo que es natural que muestre interés en orinar como papá y mamá pero haciéndolo en su propio orinal. Deja que se familiarice con ello, quizás desee hacer pis por la mañana en el orinal y puede que comience a pedirte que le lleves a hacer sus necesidades. Es importante estar alerta, una vez que se empieza con el proceso no se puede ir atrás.

Desarrollo cognitivo y social del bebé de veintitrés meses de edad

Cada vez te darás cuenta de que es un bebé más sociable e interactúa mejor con otros niños y niñas. Le gustará jugar a correr, a saltar, a pasarse los juguetes. Sin embargo, aún no es social todo el tiempo. Puede que otras veces no desee jugar con otros niños y prefieran la compañía de un adulto. Unas veces prestará sus juguetes y otras se negará en rotundo. Dale tiempo y no le obligues a compartir, mejor enséñale poco a poco a hacerlo.

Puede que empiece a alejarse por momentos de tu compañía o de la compañía de los adultos. Es normal, porque se está reafirmando, aunque seguramente siempre tendrá en cuenta que le estén mirando y no se alejará más de la cuenta. No te sientas mal si un día te da un abrazo y al rato se aparta de tu lado, es natural, es solo una fase de su desarrollo.

Es posible que las rabietas aumenten, ya que su necesidad de reafirmación es bastante alta en esta edad. Ten paciencia, no lo abandones cuando está demasiado enojado, ya que esto puede hacerle sentir peor. Tu bebé necesita sentir seguridad pase lo que pase, así que si tiene una rabieta mantén la calma, permanece a su lado y explícale que podrás ayudarle cuando se sienta más calmado.

La alimentación del bebé de veintitrés meses

La dieta del bebé de casi dos años tiene que ser completa, integrando todos los grupos de alimentos, variada y equilibrada. A esta edad, tu hijo puede comer de todo, excepto esos alimentos que pueden provocar atragantamiento (como la uva o los frutos secos) o en el caso de que tenga o sospeches que pueda ser alérgico a algún alimento. En ese caso, obsérvale muy bien y, ante cualquier duda, acude a tu pediatra para que le examine y le evalúe.

Ha de realizar cinco comidas al día: desayuno, media mañana, merienda y cena. La leche sigue siendo muy importante en el día a día del bebé, lo ideal es que tome 500 ml al día, pero además ha de comer verdura, fruta, pan y pasta integral, pescado, carne y huevo. Para beber, lo mejor es agua.

Muchos padres se preguntan si existe un número de veces determinado que un niño tiene que probar un alimento para saber si le gusta. Según los expertos, un niño necesita probar un plato más de 10 veces para decidir si le gusta o no, pero lo cierto es que, como cada niño es diferente, un niño puede necesitar enfrentarse entre 15 y 30 veces a un alimento para tomar esta decisión.

El lenguaje del bebé de 23 meses

Su vocabulario ha crecido en las últimas semanas. Ya puede decir alrededor de veinte a cincuenta palabras y forma frases de dos o tres palabras. Su capacidad de aprendizaje del lenguaje puede llegar a deslumbrarte, ya que puede aprender hasta diez palabras nuevas al día.

El bebé de veintitrés meses es capaz de reconocer objetos, animales o partes del cuerpo. Puede nombrarlas y señalarlas. Responde a preguntas sencillas y puede expresarse perfectamente para pedir algo que necesite con frases entre dos y cuatro palabras. Si ya usa con más fluidez los sustantivos y verbos, puede que comience a utilizar pronombres (mi y tu) en su vocabulario.

Además, su capacidad de comprensión es mucho mayor al lenguaje que utiliza. Ya comprende órdenes sencillas (‘bebe del vaso’) e incluso un poquito más complejas (‘dame el juguete y ponlo en la caja’). También puede conocer ya conceptos opuestos, como grande y pequeño, o alto y bajo.

Puede que tu bebé comience en este mes a cantar. Sí, empezará a vocalizar y entonar canciones sencillas, incluso sin que se lo pidas. Si lo hace, anímale a seguir haciéndolo sumándote a su iniciativa.

Ten en cuenta siempre que cada bebé desarrolla el lenguaje en etapas diferentes, por lo que puede que tu bebé sea un charlatán o quizás aún tenga un lenguaje más limitado. Mientras su aprendizaje sea constante y fluido no hay por qué preocuparse.

Ideas para estimular al bebé de 23 meses de vida

Es importante para el aprendizaje del niño que comience cuanto antes a realizar ciertas tareas para convertirlas en un hábito. Por lo tanto, hemos de convertir en una rutina el hecho de lavarse las manos antes de comer, cepillarse los dientes todos los días aunque todavía sin pasta o con una pasta apropiada para su edad o recoger los juguetes después de jugar.

Para estimular el lenguaje del bebé es muy beneficioso leerle cuentos o cantarle canciones. Trata siempre de hablarle con una voz natural y evita los diminutivos, ya que si no puede que comience a llamar a todo ‘ito’ o ‘ita’. Cuando no pronuncie bien una palabra, coméntale que lo hace bien, repitiendo la palabra para que la aprenda mediante la escucha.

Los juegos de obstáculos le ayudan a hacer ejercicio y mejorar su desarrollo psicomotriz. Haz un circuito donde tenga que subir y bajar, reptar, pasar por debajo, hacer zigzag… También puedes jugar con tu bebé a dar zancadas grandes y pequeñas, yendo despacio y deprisa… Los juegos de pelota cada vez le gustarán más y son ideales para hacer ejercicio.

Su imaginación está en apogeo, por lo que los juegos de simulación serán de sus favoritos: podéis jugar al caballito con un palo de escoba, a dar de comer a los muñecos, a ser diferentes animales…

Estimula su motricidad fina con pinturas, juegos de rompecabezas, juegos de encaje de objetos unos con otros o trasvase de cosas de un lugar a otro. Probablemente se entretenga un buen rato realizando estas actividades que requieren una concentración máxima. 

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