La Bondad es quizás el valor entre los valores. Porque con este valor, ya se inculcan sis saberlo muchos otros. La persona buena es la que intenta siempre hacer el bien a los demás. Claro, que la bondad es algo muy abstracto, ¿verdad? ¿Cómo le explicamos a un niño lo que es bondad? En este caso, el ejemplo es casi la mejor herramienta. Si nuestro hijo ve en nosotros comportamientos bondadosos, sabrá lo que significa, sin necesidad de las palabras.
Los niños pueden ser buenos de muchas formas: prestando atención en clase, siendo obedientes, recogiendo su cuarto, teniendo detalles con sus amigos.. Tienes un cuento que habla sobre bondad en nuestra página de Guiainfantil. Se llama Pedrito, el caracol y la babosa.
La obediencia implica colaboración y en parte responsabilidad. Implica para el niño el asumir y respetar una serie de normas, y es muy útil en la educación porque forma parte de la imposición de límites en su comportamiento.
Un niño obedecerá si tiene claras las normas y ve que actuando de esa forma y obedeciendo a sus padres, recibe recompensas en forma de halagos, cariño y agaradecimiento.
Los niños también aprenden de los fracasos. Por ejemplo, aprender a perseverar, a esforzarse de forma contínua. A seguir luchando por sus sueños.
Pero, ¿cómo podemos enseñarle a nuestro hijo este valor? A través de los estudios, de un deporte que le guste, de los juegos con sus amigos... La perseverancia a menudo exige disciplina. Por ejemplo, en un deporte que le guste y quiera practicar de forma más profesional.
Explícale que con perseverancia se consigue prácticamente todo.
La responsabilidad implica compromiso. En la medida que el niño se compromete con algo, debe aceptar su parte de responsabilidad. Y no sólo con los demás. La responsabilidad también debe ser con uno mismo.
Se puede enseñar de muchas formas el valor de la responsabilidad, pero la mejor manera de que ellos entiendan lo que implica, es usando una mascota. A su mascota tendrán que cuidarla, darle de comer, mantenerla sana. Comprenderán que la responsabilidad está muy unida también al amor.
El esfuerzo es el camino para conseguir lo que se desea. Por eso conviene inculcar este valor desde que el niño es muy pequeño.
La disciplina es una buena forma de inculcar el valor del esfuerzo. Un horario determinado para estudiar, una rutina... El esfuerzo además está íntimamente relacionado con la capacidad de superar la frustración. Utiliza un cuadro de motivaciones, para que al niño le cueste menos esforzarse y de paso para mejorar su autoestima.
Ser sincero significa ser honesto, no esconder nada, ser claro y veraz. No sólo con los demás. Ser sincero con uno mismo también significa no engañarse, aceptarse y no intentar ser otra persona diferente.
Una persona que es sincesar con sí misma, respira armonía, paz. Tu hijo debe entender que la sinceridad es fundamental en las relaciones con los demás. Que las mentiras pueden provocar mucho daño en otras personas.
Si quieres, tienes un cuento sobre sinceridad. Se llama 'Sara y Lucía'.
El respeto al Bien común significa que debemos inculcar en nuestros hijos el respeto a todo lo que pertenece a la humanidad. Es decir: la Naturaleza. Algo tan sencillo como explicarle cada vez que arranque una flor que la flor es de todos, que no le pertenece, y que al arrancarla impide que otras personas disfruten de su belleza más tiempo. O que la señal de no pisar el cesped está para proteger un bien común.
Parece sencillo, pero al principio, los niño no tienen mucha conciencia de las cosas que pertenecen a todos. El agua, el aire, el mar, la montaña... Eres tú quien debe enseñarle a no tirar la basura a la calle o a no hacer ruido en un teatro, por ejemplo.
Tienes un cuento muy bonito en Guiainfantil que habla de este valor: se llama 'Itzelina y los rayos de sol'.
La unión hace la fuerza. Nada más claro y más sencillo para que tus hijos entiendan que la cooperación es muy importante para lograr objetivos en la vida.
Cooperar con los demás además les resultará gratificante. Estará ayudando, se sentirá valioso. Su trabajo se verá reforzado por el resultado final.
Anima a tus hijos a realizar tareas en casa. Que te ayuden a limpiar, a recoger.
También pueden aprender el significado de la cooperación cuando juegan en equipo con sus amigos. Juegos como el fútbol, el baloncesto, el balonmano.. no tendrían sentido sin la cooperación de todos.
La generosidad es otro de los valores que deben aprenderse poco a poco. Nadie nace siendo generoso. Por eso es fundamental el ejemplo de los padres. Los niños aprenderán a ser generosos en la medida que vean que los demás lo son con él.
Enséñale que si comparte, este gesto tendrá beneficios para él, porque más tarde los demás compartirán con él. Si quieres, tienes un cuento sobre este alor: Un plato no e una lechuga.
La amabilidad es un valor básico. La amabilidad abre puertas, ayuda al niño a relacionarse con los demás. Significa ser cariñoso, afectuoso, respetuoso. Y también, prestar atención a los demás.
Este es otro de los valores que deben aprenderse. Los niños no nacen siendo amable. Nadie nace siendo amable. Todo lo contrario. De pequeños somos impulsivos y nos movemos por instintos. Pero poco a poco el niño debe aprender a controlar los impulsos.
En estos casos, lo mejor es educar con el ejemplo. Si los niños ven que somos amables con los demás, saludamos, preguntamos y nos interesamos por otra persona, y damos las gracias, ellos tenderán a imitar este comportamiento. En Guiainfantil tenemos un cuento fantástico que habla de la amabilidad. Se llama, Daniel y las palabras mágicas.
La compasión es un valor que nos hace ser más sensibles y humanos. Implica preocuparnos por los demás y hacer todo lo posible por conseguir su felicidad.
Se trata de un valor muy relacionado con la bondad, la generosidad y la empatía. Si quieres, tienes un cuento que habla de compasión: 'Un conejo en la vía'.
La solidaridad existe en cuanto alguien es consciente de las necesidades de los demás y colabora para ayudar. Es un valor que se aprende, y que se aprende sobre todo con el ejemplo.
La solidaridad exige empatía, ponerse en el lugar del otro, y generosidad. Puedes explicárselo por medio de un cuento: 'Hace frío'.
Qué difícil es educar en la paciencia a un niño, ¿verdad? Los niños suelen ser impacientes por naturaleza, pero el valor de la paciencia es muy útil. Quien persevera ha de ser paciente. Así que la paciencia también está relacionada con el éxito.
Utiliza juegos para enseñar a tu hijo a ser paciente. Por ejemplo, los puzzles son muy buenos para conseguirlo.
La amistad te va enseñando muchas cosas a lo largo de la vida. Los amigos, se escogen, y se escogen de muchas formas posibles: por afinifdad, por compartir valores...
Al igual que la familia y la escuela, los amigos ayudan también a formar nuestra personalidad. De hecho, los primeros amigos de la infancia, marcarán al niño para siempre. La amistad enseña al niño a ser generoso, tolerante, compasivo...
Confiar en los demás y en uno mismo. Los niños confiarán en otra persona si se sienten respetados, si son sinceros y honestos con ellos. La confianza se alimenta de la amabilidad.
La confianza en uno mismo está sin embargo ligada a la autoestima. Cuanto más alta sea la autoestima del niño, más confiará en sus posibilidades, y más cerca estará del éxito.
La coherencia es un valor que se transmite con el ejemplo. Los padres deben ser coherentes con lo que dicen y hacen. Si existen contradicciones entre sus palabras y sus hechos, estarán creando confusión y dificultades en el seno de su familia.
Se coherente y enseña con tu ejemplo lo que significa esta palabra tan abstracta para ellos. La coherencia está muy ligada a la sinceridad y la honestidad.
Una persona honesta atrae la confianza de los demás. Pero, ¿qué significa ser honesto? Ser honesto implica ser sincero, con los demás y consigo mismo. Ser transparente, no ocultar nada.
Para que un niño pueda aprender a ser honesto, primero debe conocerse a sí mismo, conocer sus virtudes y sus defectos, y eso implica algo de madurez. Sólo de esta forma podrá mostrarse tal como es.
La puntualidad no es sólo un valor para uno mismo, sino que también significa un compromiso hacia los demás. En muchos lugares, la impuntualidad se contempla como una falta de respeto hacia los demás.
Inculca en tu hijo el valor de la puntualidad, pero sobre todo, da ejemplo para que él entienda la importancia que tiene.
La empatía es esa capacidad que tiene el ser humano de ponerse en el lugar del otro. Es un valor que nos hace más humanos y que también está relacionado con otros valores, como la generosidad, la comprensión, la bondad.
La empatía también se puede sentir hacia los animales o la Naturaleza.
Más sobre el valor de la empatía, AQUÍ
El respeto hacia las diferencias es fundamental en las relaciones sociales. Respetar al otro implica ser tolerante y respetar sus diferencias. Es la llave para la buena convivencia entre distintas culturas.
Guiainfantil.com te ayudar a enseñar a tu hijo a ser tolerante con las diferencias desde pequeños, a que respete las diferentes culturas, razas y religiones.
Más sobre el valor del Respeto a la diversidad, AQUÍ
Los niños más pequeños no son muy conscientes de que sus acciones pueden herir a otras personas, por eso conviene ir inculcando el valor del perdón poco a poco.
Si tu hijo rompe el juguete de otro niño, por ejemplo, puedes hacer hincapié en la tristeza o el llanto de ese niño que se ha quedado sin juguete. En este momento, enseña a tu hijo a pedir perdón, a reconocer que ha sido un accidente y a consolar al otro niño.
Más sobre el valor del perdón, AQUÍ
La fidelidad implica compromiso y responsabilidad, por lo tanto puede que nos lleve un tiempo hacerles entender a nuestros hijos lo que de verdad significa ser una persona fiel. Un niño fiel es un niño que no engaña, que no miente, que asume las consecuencias positivas o negativas de decir la verdad.
Un niño fiel es también un niño que sabe valorar los vínculos, con sus padres, con sus hermanos, con sus amigos, mascotas, abuelos y otros familiares.
Más sobre el valor de la fidelidad o lealtad, AQUÍ
Dar las gracias a las cosas positivas que les ocurre, incita a los niños a hacer siempre el bien. Debemos enseñar a un niño a ser agradecido no solo con palabras sino también con detalles, gestos, sonrisas, besos y abrazos...
A través del calendario de adviento los niños pueden aprender valores como la gratitud, uno de los pueden practicar en estas fiestas navideñas. El calendario es un excelente recurso para hacer con que los niños y toda la familia se preparen para esperar el nacimiento del niño Jesus.
La Navidad es una buena ocasión para enseñar a los niños a que sean agradecidos por todo lo que tienen y por la familia con la que ellos pueden compartir buenos momentos y experiencias. ¡FELIZ NAVIDAD!