Cuando te quedas embarazada, en tu cuerpo se produce una verdadera avalancha de hormonas que puede provocarte fuertes cambios de humor y de emociones, además de ganas de llorar o sensación de tristeza. No te preocupes, es normal que te sientas más sensible o vulnerable durante estos próximos nueve meses de gestación.
El estreñimiento también es un síntoma muy común durante el embarazo. Esto es así porque la progesterona, que aumenta mucho en esta etapa, ralentiza el tránsito intestinal. Los gases también pueden ser frecuentes. Para evitarlos, debes eliminar de tu dieta alimentos como las legumbres o el arroz.
Si estás embarazada, es probable que notes que, últimamente, vas al baño a orinar con más frecuencia de lo habitual. Este aumento en la cantidad de micciones es totalmente normal. Los cambios hormonales provocan que la sangre fluya más rápido por los riñones y que, consecuentemente, la vejiga se llene con más frecuencia. Por otro lado, el útero crece y presiona la vejiga cada vez más, incrementando las ganas de ir a hacer pis.
En el embarazo también resulta habitual experimentar hipoglucemias o bajadas de azúcar en sangre que pueden desembocar en sensación de mareo o vértigo e, incluso, en desmayo. Esto es debido a que la mujer embarazada moviliza los hidratos de carbono para que el bebé esté nutrido adecuadamente y en todo momento. Para prevenir estos mareos, se debe evitar exponerse a altas temperaturas, comer con regularidad y beber bastante líquido.
El embarazo suele traer consigo, inevitablemente, la sensación de agotamiento y sueño. Es normal sentir cansancio durante esta etapa debido a que, en el estado de gestación, tu cuerpo produce una gran cantidad de hormonas, principalmente progesterona, que pueden hacer que te sientas somnolienta. No te extrañes si de pronto empiezas a sentir un estado de fatiga cada vez más frecuente.
El dolor abdominal es uno de los primeros síntomas que se experimentan en el embarazo. Es común sentir una leve hinchazón y pinchazos en el vientre al principio de la gestación, pudiéndose incluso confundir con el dolor de ovarios que se siente durante los días previos a la menstruación. Esto es debido a que, en esta etapa inicial del embarazo, el útero sufre alteraciones constantes, lo que provoca que cambie de tamaño y, como consecuencia, genere contracciones uterinas.
La sensación de hinchazón, hipersensibilidad y dolor en los senos se puede presentar durante el embarazo, de hecho, es un síntoma frecuente en muchas mujeres. También suele aumentar el tamaño de las mamas debido a la acción de los estrógenos. Es una sensación parecida a las molestias que algunas mujeres sienten días previos al período.
El síntoma de embarazo por excelencia: las náuseas. Es frecuente sentirlas por la mañana, aunque también pueden aparecer por la noche o en cualquier momento del día. Y, aunque es cierto que muchas mujeres embarazadas las padecen, otras jamás llegan a experimentarlas. Pueden venir acompañadas de vómitos o no. También es probable que algunas comidas que antes te encantaban ahora te generen aversión. Haz varias comidas al día, pero con pequeñas cantidades, así evitarás llenar el estómago y calmar las ganas de vomitar.
Obviamente, la ausencia de menstruación es una de las señales (la más clara) de que estamos embarazadas. Cuando el espermatozoide fecunda el óvulo, puede presentarse un leve sangrado entre siete y diez días después de la concepción (el sangrado de implantación) que las mujeres suelen confundir con la regla, sin embargo, es mucho más leve y solo dura uno o dos días. Si tienes un ciclo menstrual regular y no te baja el periodo en la fecha que debería, hazte un test de embarazo para salir de dudas.