Las dos cabras. Fábula corta para niños sobre la terquedad

Esta bonita fábula de Esopo trata de dos grandes características, muy comunes entre las personas: la terquedad y la testarudez. La fábula de Las dos cabras es un buen recurso para enseñar a los niños las consecuencias de ser terco o testarudo.

Cuenta la historia de dos cabras que soñaban con vivir en libertad pero que por su terquedad acabaron teniendo una mala experiencia. Las fábulas, así como sus respectivas moralejas, son un buen recurso para educar en valores a los niños.

Fábula Las dos cabras, de Esopo, para niños

Érase una vez dos cabras que, ansiosas por vivir en libertad, abandonaron sus respectivos rebaños y bajaron las montañas, por diferentes lados, hasta la orilla de un río.

Por una extraña coincidencia, las dos cabras se encontraron en lados distintos del río, separadas por un tronco de árbol que hacía de puente sobre el ancho del río.

El tronco era demasiado estrecho y solo se podía pasar un animal o persona a la vez.

Las dos cabras, se miraron, y por lo testarudas y tercas que eran, decidieron avanzar por el tronco a la vez.

Al cruzar por el tronco, las dos cabras se encontraron frente a frente a la mitad del tronco. Pero ninguna de las dos quiso ceder el paso a la otra.

Y allí se quedaron horas y horas sin que ninguna retrocediera, hasta que en un determinado momento, el tronco empezó a romperse debido al peso de las cabras, y ellas acabaron cayéndose al río.

Moraleja 1: Es más sábio cooperar que ser obstinado.

Moraleja 2: La testarudez y la terquedad son malas compañeras.

Preguntas de comprensión de lectura para los niños:

Tras leer la fábula con tu hijo, ayúdale a comprender el mensaje del texto, con las siguientes preguntas:

- ¿Por qué las dos cabras decidieron abandonar sus rebaños?

- Al llegaren a la orilla del río, ¿qué hicieron las dos cabras?

- ¿Por qué las dos cabras no pudieron pasar al mismo tiempo por el tronco para cruzar el río? 

- ¿Cómo se podría evitar que las dos cabras se cayesen al río?

- ¿Qué lección podemos aprender de esa historia?

4 Consejos para afrontar la terquedad de los niños

Es normal que los niños, en determinados momentos, se enfaden, cuestionen las decisiones de sus padres o no sigan las reglas establecidas tanto en casa como en el colegio. Lo que no es normal es que esta conducta se convierta en algo natural y no sea corregida en los niños. ¿Cómo corregir la terquedad de los niños? Te damos algunos consejos:

1. Cortar lo malo por la raíz
No se puede evitar que los niños se frustren pero sí se puede evitar que los momentos de rabietas se repitan siempre. ¿Cómo? pues dejando claro a los niños, con firmeza no con autoritarismo, que hay momentos en que ellos pueden tener razón y otros en que no. Y que hay cosas que pueden llegar a un acuerdo o negociación y otras que no.

2. Ser ejemplo para los niños
Es importante que tanto papá como mamá sean un ejemplo a los hijos. Ellos deben demostrar a los niños que no siempre se hace solo lo que uno quiere. A veces tenemos que hacer sacrificios y hacer lo que no nos gusta por alguna razón.

3. Evitar muchos NO y el castigo
A nadie le gusta que le digan siempre NO a sus peticiones, verdad? pues una negativa constante de los padres puede incitar a la terquedad de los niños. Tiene un efecto contrario. Lo mejor es decir No de otras formas. No vale de nada prohibir sin explicar, sin hacerle ver al niño que tu negativa tiene justificativa. Castigar a los niños, en esos casos, también no es una decisión conveniente.

4. Controlar la situación de forma positiva
Los padres, así como los niños, deben aprender a llevar las situaciones de conflicto, de discusión, de forma positiva, sin gritos, humillaciones ni ofensas. Muy importante que todos tengan el derecho de poner 'en la mesa' sus opiniones y pareceres. De esta forma se controlará mejor la situación y todos se sentirán con libertad para enseñar su punto de vista. Eso animará al niño a colaborar y a controlar su cabezonería.

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