Qué debemos tener en cuenta después de poner la vacuna al niño
Aspectos a tener en cuenta después de que el niño haya recibido la vacuna
- Para qué sirven las vacunas de los niños
- 5 posibles reacciones después de vacunar al niño
Nos alejamos un poco del debate sobre las vacunas que ha entrado con fuerza en los últimos años y nos centramos en la propia vacunación. Una vez que has decidido vacunar a tus hijos, hay algunas cosas que debes tener en cuenta. Después de poner la vacuna al niño, debes estar atenta a algunos aspectos.
Para qué sirven las vacunas de los niños
Las vacunas se administran generalmente a través de una inyección a bebés y niños siguiendo un calendario de vacunación previamente establecido y que dura durante toda la infancia. El objetivo de las vacunas infantiles es inmunizar al niño frente a ciertas enfermedades que podrían poner en riesgo su salud.
Desde que es recién nacido, al que se vacuna contra la Hepatitis B hasta aproximadamente los 14 años, los niños van recibiendo vacunas como la de la varicela, el sarampión, la difteria, la polio, la gripe o la más que debatida vacuna contra el Virus del Papiloma Humano. Todas ellas con la intención de prevenir no solo la enfermedad sino el contagio entre los niños.
Parece bastante claro que las vacunas infantiles son convenientes tanto para su salud, como para la salud de los demás niños. Teniendo en cuenta que el riesgo de contagio es alto sobre todo en temporada escolar, las vacunas actúan a modo de prevención de lo que podría llegar a ser una epidemia.
5 posibles reacciones después de vacunar al niño
Tampoco podemos obviar que las vacunas pueden provocar algunas reacciones y que pueden tener efectos secundarios. Conviene observar al niño por si siente algún malestar después de la vacuna y el personal sanitario también recomienda no abandonar el centro de salud inmediatamente después de administrar la vacuna por si se produce alguna reacción. Estas son las reacciones más frecuentes que pueden provocar las vacunas infantiles.
- Hinchazón. Como las vacunas se administran generalmente por medio de una inyección, algunos niños presentan una hinchazón en la zona donde le han pinchado. No reviste gravedad y se calma aplicando una compresa fría.
- Dolor. El dolor en la zona donde se ha puesto la vacuna es uno de los efectos secundarios más habituales. Generalmente el dolor es muy leve y se pasa al cabo de unas horas, pero puede que haga falta darle al niño un analgésico, siempre bajo supervisión médica.
- Enrojecimiento. Algunas de las sustancias que contienen las vacunas pueden provocar el enrojecimiento en la piel del niño. No es un efecto secundario muy habitual tras una vacuna, por lo que conviene consultar con el pediatra para tratar la zona afectada y comprobar que no se trata de una alergia.
- Fiebre. No ocurre con todas las vacunas y tampoco en todos los niños, pero es posible que aparezca algo de fiebre después de ponerle la vacuna. Administrarle un antipirético y controlar que la fiebre no sea demasiado alta es lo más recomendable para esta reacción.
- Humor. Ponerse una vacuna no es plato de buen gusto y menos para un niño, por eso es frecuente que se pongan a llorar o se enfaden después de la vacuna. Esto se soluciona manteniendo al niño entretenido en alguna actividad que le guste, pero tamibén explicándole la importancia que tienen las vacunas para su salud.
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