Los Reyes Magos sí existen - ¿Hay que mantener la ilusión de los niños?
Hay niños que no creen ya en los Reyes Magos, aquí la carta que les devolverá la ilusión en ellos
- 'Mamá, ¿los Reyes Magos existen?' Cómo explicar a los niños cuando pregunten
- Entre la inocencia y la verdad de los Reyes Magos, ¿qué decir a los niños?
- Por qué sí mantener la ilusión de los niños de creer en los Reyes Magos
Desde que era niña me acuerdo que siempre creí en la magia de los Reyes Magos: una noche antes veía al cielo buscando las tres estrellas que bajarían a traerme los regalos que había enlistado en mi carta primorosamente colocada en mi zapato. Pasaron los años y creo que los Reyes Magos sí existen, pero ¿hay que mantener la ilusión de los niños?, es la pregunta que me hago ahora que soy mamá.
Todos los niños hemos creído que sus Majestades llegarán, aparcarán sus camellos, y nos dejarán regalos. Nos han fomentado esa bellísima ilusión por tradición y por costumbre. Sin embargo, con las nuevas tecnologías es cada vez más difícil mantener en secreto la identidad de los Reyes Magos. ¿Seguir creyendo en los Magos de Oriente es bueno para los niños? ¿Debemos decirles la verdad?
'Mamá, ¿los Reyes Magos existen?' Cómo explicar a los niños cuando pregunten
Primero debo decir que soy mamá de dos hijos: una niña que es prácticamente una preadolescente y un niño de casi 8 años, ambos aún creen en los Reyes Magos porque he seguido la tradición que desde muy pequeña mis padres me inculcaron. Para mí es una tradición bonita y es una sensación indescriptible ver su cara de sorpresa cuando sí han tenido el regalo deseado.
Sin embargo, eso no me libra de la pregunta incómoda: 'Mamá, ¿los Reyes Magos existen?' ¿Por qué digo que fue incómoda? Porque al momento no supe cómo reaccionar, ¿acaso mi hija ya sabía? ¿Estaba probando si yo mentía? ¿Qué pasaba por su mente? Cabe decir que la pregunta me la hizo mi hija mayor justo el año pasado y lo primero que hice fue investigar.
En el periodismo responder una pregunta con otra pregunta no es lo más ético del mundo porque es como salirte por la tangente, ¡pero a veces te saca de un lío! Justo como en ese momento en que Goretti, mi hija, me hizo esa pregunta. Confieso que me tomó desprevenida, por lo que opté por responder con otra pregunta, '¿Tú crees que no existen los Reyes Magos?', le dije rapidísimo.
Goretti pensó un poco y me dijo: 'Yo sí creo que existen, mamá', 'Muy bien, ahí tienes tu respuesta: los Reyes Magos existen mientras los niños tengan ilusión y esta crezca en su corazón'. Mi hija quedó tranquila con esa respuesta, aunque por ahí de agosto o septiembre volvió a preguntar más o menos lo mismo, así que decidí prepararme mejor esta vez.
Entre la inocencia y la verdad de los Reyes Magos, ¿qué decir a los niños?
Siempre me he preguntado porqué como papás fomentamos estas creencias en los niños si al fin y al cabo siempre estamos diciéndoles que es malo mentir o engañar, que la sinceridad, así como la verdad, son valores básicos en las relaciones entre familiares y amigos, ya que esto se contrapone un poco con seguir fomentando la ilusión. Pero justo es eso: una ilusión. Y una muy bonita, por cierto.
Me confieso defensora de la fantasía, de la imaginación, aunque sin exagerar. Para empezar, creo que estas creencias populares vienen de la mano de la tradición que vamos transmitiendo de padres a hijos y que forman parte de nuestra cultura. Por otro lado, la fantasía así como la imaginación, son ingredientes importantes para el desarrollo emocional de los niños.
Eso es parte fundamental de la infancia y una forma para que ellos vayan entendiendo el mundo poco a poco. Lejos de ser y de adoptar el sentido consumista de estas costumbres, creo que se puede sacar partido de estas creencias, aunque me quedo en la duda si no es mejor que seamos los padres los que decidamos si nuestros hijos merecen un regalo o lo contrario, o será mejor que sean los Reyes Magos los que elijan si un regalo por el buen comportamiento o algún trozo de carbón por una mala conducta.
Hacer que los niños escriban una carta a los Reyes Magos, sabiendo que quizá terminará escondida en algún cajón de la casa, ¿es mentirles? Creo que no. Como mencioné, yo la hice, también creí en todo eso. Y me acuerdo también del momento en que supe quiénes eran en realidad los Reyes. Les pillé, de madrugada, poniendo mis regalos al pie del árbol. No dije nada, no quise esfumar la ilusión.
Ahí creo que reside la esencia de estas creencias. Los niños no son los únicos que viven la magia, los padres también la vivimos, ¡y cómo no! Ahora que soy mamá, me gusta más dejar un trozo del roscón de reyes para los Reyes Magos, 'hacerles' una foto cuando dejan los regalos bajo el árbol (con sombra incluida) o desvelarme para 'ayudarles' a acomodar los obsequios y que no se equivoquen de zapato. Eso me llena de ilusión y lo hago por amor a mis hijos.
Por qué sí mantener la ilusión de los niños de creer en los Reyes Magos
Sabemos que últimamente hay más de un pequeño que quizá ya sabe quiénes son los Reyes Magos, pero eso no quiere decir que tienen el derecho de decirles a los demás niños. En ese sentido, cuando mi hijo pequeño estaba por cumplir 6 años un compañerito del cole le dijo que los Reyes Magos eran los papás y se lo dijo tan repentinamente (¡y frente a mí!) que casi me desmayo.
Pensé en dejar el tema de lado o retirar a mi hijo de ahí, incluso en decirle a la mamá del niño que por favor le pidiera que respetara, pero mi hijo dijo algo que creo que fue la mejor respuesta: 'No pueden ser los papás, porque los míos nunca tienen dinero y los Reyes Magos siempre me traen los regalos que pido'. Zanjado el asunto. No se me hubiera ocurrido respuesta más genial, ¿no crees?
Aún así, creo que el otro niño no quedó muy convencido, así que tomando esa premisa, opté por buscar esta Carta escrita por los Reyes Magos para convencer a los niños que tienen dudas de su existencia. Te la dejo a continuación:
Carta de los Reyes Magos para niños que no creen (del todo) en ellos
Querido pequeño,
Hemos notado que no estás muy convencido de que existimos, ¿cómo podemos explicarte que sí? Entre los tres hemos decidido dejarte esta carta, en ella encontrarás las razones que quizá tengas para creer que no somos reales, ¡todo lo contrario! Somos tan reales que somos parte de tu familia.
Desde hace muchos, muchísimos años venimos de muy lejos para poder entregar los obsequios a todos los niños del mundo, incluyéndote a ti y a tus hermanos, primos y amigos. Una noche es muy larga, pero a la vez muy corta: por eso crees que no podemos hacerlo todo, y ¿sabes qué? ¡Tienes razón!
No podemos hacerlo solos ni en una noche, por eso a lo largo de 365 días es que vamos poco a poco almacenando lo que quieres, ¿acaso pensabas que no escuchamos en aquel día de junio cuando dijiste que amarías un Tiranosaurio Rex? ¡En ese momento lo conseguimos y lo guardamos!
Así hemos hecho con cada regalo de cada niño en el mundo: los guardamos muy bien y pedimos a gente de nuestra entera confianza que nos guarden también el secreto de dónde tenemos esos obsequios. Además, les pedimos que nos ayuden a entregarlos en la noche de del 5 de enero.
¿Quieres saber una historia linda? Cada año vamos personalmente a una ciudad en un país distinto y ahí sí que repartimos los obsequios de casa en casa. En Pandemia no pudimos hacerlo y tuvimos que hacer nuestras compras en línea ¡como todo el mundo! Y pedir que la paquetería pudiera llegar a cada hogar.
Pero desde siempre hemos hecho el recorrido en alguna ciudad en particular: Ámsterdam, Münich, Ciudad de México, Lima, Santiago, Tokio... mientras en el resto del mundo nuestros eficaces ayudantes colocan los regalos en el árbol. Es por eso que quizá no nos veas, tal vez aún no llegamos en persona a tu ciudad... ¿o quizá sí?
Lo que hacemos siempre es dejar un pequeño detalle o un ligero paso por tu casa: las huellas del camello o la sombra de nuestras figuras que se posan esa mágica noche en la que todo es posible. Es por eso, querido niño, que te pedimos hacer lo más puro de tu corazón que es ¡creer!
Somos tan reales y nos preocupas tanto que siempre estamos aquí, recuerda que por 365 días estamos pendientes de lo que pides para poder traerlo en la próxima Noche de Reyes... si no existiéramos, ¿sabríamos tan bien lo que quieres? ¡Imposible!
De todo esto, ten la seguridad que te amamos y estamos ahí siempre,
Con todo cariño,
Melchor, Gaspar y Baltasar.
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Bibliografía
- Herrera, M.T., Oroz Reta, J. (1977) Historia de los Reyes Magos. Universidad Pontificia de Salamanca (ed.), España, pp. 1-84 Disponible en: https://summa.upsa.es/high.raw?id=0000003052&name=00000001.original.pdf