Cómo actuar ante la bronquiolitis de un bebé

La bronquiolitis infantil es una enfermedad respiratoria aguda frecuente en los primeros años de vida, durante el invierno y principio de la primavera, en la que se afectan los bronquiolos (parte terminal de los bronquios). Puede existir dificultad respiratoria y fiebre. Tos, sibilancias y tiraje en el pecho (o dificultad respiratoria) son los síntomas claves para su diagnóstico. Esta enfermedad usualmente afecta a niños menores de dos años y su causa es el virus sincicial respiratorio (VSR).

Qué deben hacer los padres frente a la bronquiolitis de su bebé

Sin embargo, hay otros virus que pueden causar bronquiolitis, como la Influenza, Parainfluenza o el Adenovirus. Es importante señalar que el virus se propaga rápidamente si se está en contacto directamente con las secreciones nasales o de garganta de alguien enfermo, puede ser niño o adulto.

Recuerdo en una ocasión que fui a urgencias con mi pequeño cuando tenía dos meses, tenía el típico catarro de vías altas, pero en el ambulatorio me aconsejaron que lo llevara al hospital infantil para descartar una posible bronquiolitis, porque allí lo estimarían mejor.

Finalmente, la doctora que nos atendió, mediante la auscultación de sus pulmones, descartó la bronquiolitis y añadió: 'la bronquiolitis todavía no ha llegado, pero la estamos esperando'.

Más tarde o más temprano, las urgencias médicas esperan año tras año la aparición de esta frecuente enfermedad que afecta a los niños de menos de uno o dos años porque en ellos los bronquiolos son suficientemente pequeños para obstruirse ante una inflamación, impidiendo el paso del flujo de aire y suele producirse por virus que, en un principio, causan un cuadro catarral.

Los síntomas más comunes de la bronquiolitis en bebés

Debemos estar pendiente de estos síntomas:

• Cianosis o piel azulada o morada, esto por la falta de oxígeno (en este caso es llevar al niño a urgencias de inmediato)
• Sibilancias, falta de aliento y dificultad respiratoria
• Fiebre que no cede
• Fatiga y sueño
• Tos recurrente, seca y áspera
• Fosas nasales ensanchadas más de lo usual (aleteo nasal)
• Respiración notablemente más rápida
• Hundimiento de costilla cada que el niño inhala (tiraje)

Hay que recalcar que algunos niños pueden tener uno o varios de estos síntomas, incluso otros menores, por lo que el pediatra es el único que puede descartar o confirmar un diagnóstico de bronquiolitis, que empieza por lo regular como una especie de infección leve de las vías respiratorias altas. Sin embargo, al pasar 2 o 3 días, el niño tiene otros problemas respiratorios que van complicándose.

Recomendaciones para el tratamiento de la bronquiolitis en niños pequeños

Como papás queremos que los niños no sufran con nada, ni siquiera por una enfermedad, ya que sabemos lo mal que se siente físicamente. Por eso, dejamos estas recomendaciones para tratar la bronquiolitis:

- Lavados nasales frecuentes y la aspiración de los mocos mediante una pera de goma o aspirador nasal, para eliminar la bajada al pecho de la mucosidad existente en las vías altas y evitar que se congestionen de más.

- Se debe proporcionar al bebé humedad ambiental para reblandecer la mucosidad de los pulmones, para ello, se emplean aerosoles son suero fisiológico o las nebulizaciones.

- Para dormir se aconseja que la cabeza y parte superior del bebé estén ligeramente incorporadas para facilitar la respiración. Una almohada antirreflujo puede auxiliarte o un cojín de textura firme.

- El empleo de la fisioterapia mediante palmaditas en la espalda y el pecho con la mano hueca es bastante útil para movilizar las secreciones de los bronquiolos. Hazlo suavemente.

- En ocasiones, aunque no siempre, el pediatra puede recomendar una medicación broncodilatadora administrada mediante aerosoles, y paracetamol o algún antipirético para la fiebre. Jamás automediques a tu hijo, todo medicamento debe estar supervisado y prescrito por el pediatra. Asegúrate de comentarle posibles alergias a las medicinas que pudiera tener el bebé.

- Mantener un ambiente cálido, húmedo y libre de humo es imprescindible para la recuperación. Eviten siempre fumar en presencia del niño y no hacerlo dentro del hogar. Si el bebé tiene que salir a la calle, porque lo mejor es que se quede en casa, es conveniente que respire a través de una bufanda o un pequeño cubrebocas.

- Para los niños menores de dos meses se considera una enfermedad peligrosa de las vías respiratorias, a estos pequeños debemos llevarles al médico ante cualquier signo de fiebre o dificultad respiratoria.

Sin embargo, para la mayoría, la afección dura más o menos una semana con el tratamiento adecuado, dependiendo de su reacción a los medicamentos y a su estado de salud general, así como de la presencia o no de comorbilidades (Presencia de dos o más enfermedades al mismo tiempo en una persona).

Esta enfermedad se contagia tal como los resfriados comunes, es decir, a través del contacto con saliva y moco de personas infectadas, por lo tanto conviene emplear medidas higiénicas como el lavado de manos frecuente, el empleo de pañuelos de papel y el lavado escrupuloso de la mascarilla para máquinas de aerosoles, si hacemos la terapia en casa.

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