Jueves, 18 de diciembre de 1997
Ultima actualización: 9.00 hora local
Ya son 700 los japoneses hospitalizados tras ver el programa "Pocket
Monsters"
ARTURO ESCANDON
ESPECIAL PARA EL MUNDO
OSAKA.- Para muchos hogares japoneses, la tarde del martes se
convirtió en una tragedia. Más de 700 niños y adolescentes
tuvieron que ser hospitalizados con síntomas de ardor en los ojos,
náuseas, espasmos y ataques de epilepsia tras ver el programa de
dibujos animados Pocket Monsters.
La causa parece estar en las rápidas sucesiones de fuertes luces
que presenciaron los espectadores. Los ataques comenzaron a desarrollarse
cuando el héroe de la serie de dibujos animados, Pikachu, comenzó
a librar una batalla en la que recibía golpes eléctricos,
representados por destellos de color rojo y azul.
La secuencia de efecto estroboscópico, transmitida por la cadena
de televisión TV Tokio, que alternaba potentes luces rojas y azules,
proyectó 54 planos en cinco segundos. La policía comenzó
ayer a investigar la producción del programa bajo la sospecha de
tratarse de negligencia profesional.
Expertos en anime, nombre por el que se conoce a los dibujos animados
japoneses, creen, por el contrario, que no se ha violado ninguna norma y
han afirmado que muchas series utilizan ese mismo tipo de efectos, basados
en flashes de intensas luces, para sus animaciones.
El 29 de marzo pasado, sin ir más lejos, cuatro niños residentes
en la provincia de Shizuoka sufrieron síntomas parecidos tras la
emisión de otro programa de dibujos animados por NHK, la cadena pública
de Japón. En 1989, cinco niños en la provincia de Fukuoka
también sufrieron ataques similares mientras jugaban con videojuegos
conectados al televisor.
Hiroshi Uramoto, portavoz de TV Tokio, la emisora de Pocket Monsters,
anunció que la cadena no transmitirá más el programa
hasta que no se efectúe un completo estudio del mismo. Por otra parte,
el Ministro de Correos y Comunicación convocó a un ejecutivo
de la estación de televisión con el fin de realizar una exhaustiva
investigación.
Un grupo de psiquiatras y expertos citados de urgencia para analizar
el caso concluyó que la alternancia de fuertes luces, principalmente
las de color rojo, puede activar una epilepsia fotosensible en los niños,
aunque puede que las víctimas no siempre sean menores.
La comunidad médica nipona, no obstante, no cree en la epilepsia
de los videojuegos y se inclina a pensar que los efectos se desarrollan
en sujetos epilépticos muy sensitivos a la luz. Los ataques masivos
de espasmos y náuseas del martes pasado ponen de alguna manera en
entredicho las conclusiones de los investigadores.
Desde de agosto de 1992, la empresa Nintendo publica una advertencia
en las consolas de juego que exporta a Europa y Estados Unidos: &laqno;Aquéllos
con tendencias epilépticas deben consultar un médico antes
de jugar con este juego».

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