El vídeo que muestra la agresión de un niño a su madre

¿Qué lleva a un niño a agredir a su madre?, ¿por qué algunos niños muestran una excesiva agresividad en casa? Estas son algunas de las preguntas que te harás cuando veas las imágenes que te mostramos. En él, se ve como un niño agrede a su madre en una consulta médica mientras una persona anónima graba la escena.

Un niño agrede a su madre mientras otra persona lo graba

Este suceso ha tenido lugar en Estados Unidos, en la sala de espera de un consultorio médico. Una madre intenta mantener tranquilo y quieto a su hijo en la silla mientras esperan que el médico les llame.

El niño muestra una conducta tremendamente agresiva: intenta irse, patalea, abofetea a su madre, le tira del pelo e incluso le da un puñetazo. La madre, entre lágrimas y sobrepasada por la situación, termina golpeando a su hijo.

Niños que agreden a sus padres

Hay niños que desde pequeños insultan a sus padres, les manipulan e incluso pueden llegar a agredirles. Se les conoce como niños tiranos o con síndrome del emperador. Pero, ¿qué lleva a un niño a querer agredir a sus padres?, ¿son niños que nacen o se hacen así de agresivos?

Expertos y psicólogos sostienen que en la mayoría de casos se debe a carencias afectivas en la familia o falta de límites y normas en la educación. El psicólogo infantil Javier Urra, lo confirmó en entrevista a Guianfantil.com: "el niño tirano no sólo es caprichoso, no es el que tiene TDAH, no es solamente un oposicionista, es el que desde muy corta edad, siente placer o disfruta retorciendo la muñeca de su padre o madre para conseguir lo que se propone". Se caracteriza por el primero yo y luego yo. Son niños que piensan que todo gira a su alrededor, no sienten empatía y harán lo que sea para salirse con la suya. "Saber identificar las causas y poner límites a los hijos en su educación es esencial para frenar esta actitud", comenta Urra.

La responsabilidad de esta conducta, en la mayor parte de casos la tienen los padres. Estos niños tiranos han sido criados sin límites, no se controlan porque no conocen las normas, no respetan porque no han aprendido a respetar, hieren porque no conocen la empatía.

Por lo tanto, la principal razón, cuando no hay un motivo genético que provoque una respuesta agresiva del niño, es la ausencia o el desconocimiento de límites y, por supuesto, la carencia afectiva, es decir, la falta de cuidados, de atención y de apego por parte de sus padres. 

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