Este año, papá y mamá no tendrán que perseguirme por toda la casa para que me lave las manos antes de las comidas, me cepille los dientes o vaya a la ducha. La higiene es muy importante para la salud y yo seré quién realice todas estar tareas sin que mis papás tengan que decírmelo.
Una de las cosas que más cuesta a los niños es compartir, de hecho también es una de las habilidades sociales más difíciles de enseñar. Los niños no están preparados para compartir hasta que tienen cuatro o cinco años. Poco a poco, y con mucho cariño, este año podremos enseñar a nuestros hijos a compartir sus juguetes y materiales.
Los expertos recomiendan que a partir del año y medio, el chupete sólo se utilice para dormir y que el bebé elimine totalmente su uso antes de los 3 años de edad. Si tu bebé está en esta etapa, un estupendo propósito para el Año Nuevo, es que deje el chupete, siempre con tu ayuda y mucho cariño y amor.
No es un propósito para el año nuevo tan difícil, se trata de una rutina que el niño puede adquirir sin grandes problemas. Puede que no siempre lo haga, pero con una serie de pautas y soluciones, el hecho de que los niños guarden sus juguetes y recojan su habitación no es una fantasía.
Es bueno que los niños adquieran ciertos hábitos de autonomía como ponerse los zapatos, bañarse solos, vestirse o comer sin ayuda. Los niños han de recibir una educación para poder ser independientes. Con paciencia, palabras de apoyo y algún que otro incentivo, tu hijo podrá ser más autónomo este nuevo año.
A los niños y a las niñas, debemos educarles para que participen de las tareas de la casa desde que son pequeños. Es una manera de que se acostumbren a que en una casa hay ciertas obligaciones y responsabilidades que atender. ¿Por qué dejarlo para mañana? Un buen propósito para año nuevo es implicar desde hoy mismo a los niños en las tareas caseras.
Los padres debemos motivar a nuestros hijos para que la realización de sus deberes escolares o el estudio en casa no sea una tarea aburrida. Animarles en la realización de sus tareas, tener paciencia, estimular positivamente o crear una rutina les ayudará a conseguirlo.
¡Este año padres e hijos vamos hacer un buen trabajo!
Un buen propósito para el año nuevo es evitar que los niños vean tanta televisión o pasen tanto tiempo con las consolas. Una estupenda manera de conseguirlo es salir al aire libre a practicar algún deporte. Hay tantos juegos y actividades que realizar fuera de casa que seguro que encontráis el que más os divierte.
La obediencia forma parte del aprendizaje de los niños. Aprender a regular la conducta, a cumplir unas reglas es necesario desde la más tierna infancia.
Un buen propósito de año nuevo para los niños es ser obedientes, hacer caso a mamá y papá, escuchar los consejos de los profesores y hacerles caso.
Un estupendo propósito de año nuevo para los niños es que aprendan a ser generosos, a compartir, a darse a los demás... No es fácil que lo aprendan, sobre todo en edades tempranas, pero enseñándoles con el ejemplo, animándoles o premiándoles cuando lo son poco a poco, conseguiremos que nuestros hijos sean más generosos.