Cuentos cortos de brujas para niños - Relatos de hechizos y mucha magia

No todas las brujas son malas, hay también brujas buenas, brujas traviesas y brujas que provocan la risa. Son uno de los principales personajes en muchos cuentos infantiles, sobre todo en los clásicos. Y es que, no hay cuento tradicional infantil que se precie que no contenga entre sus páginas las diabluras o hechizos de una bruja. Las hay muy feas y con verrugas, y también muy dulces y cariñosas, pero todas ellas tienen un hueco en la literatura infantil. A continuación te dejamos los cuentos cortos de brujas preferidos por los niños. ¿Cuál es el favorito de tu hijo?

Los mejores cuentos infantiles de brujas

En Guiainfantil.com hemos seleccionado una serie de cuentos en los que encontrarás todo tipo de brujas y brujillas.

El misterio de la bruja Maribel - Cuentos de brujas buenas 

Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de bosques mágicos, una bruja llamada Maribel. Pero a diferencia de otras brujas, Maribel no era malvada ni traviesa. Al contrario, era conocida por ayudar a los habitantes con sus problemas cotidianos, aunque su apariencia un tanto peculiar siempre causaba cierta inquietud entre los niños del pueblo.

Maribel tenía un gato negro llamado Pimienta, que la acompañaba a todas partes. Juntos vivían en una cabaña al final del bosque, donde cultivaba plantas mágicas y preparaba pociones para curar enfermedades o hacer crecer flores más rápidamente. Los niños del pueblo siempre la espiaban desde lejos, llenos de curiosidad y algo de temor. ¿Quién podría confiar completamente en una bruja?

Un día, la pequeña Clara, una niña de ocho años, perdió a su perro, Tito, en el bosque. Desesperada, Clara decidió pedir ayuda a Maribel, aunque le daba un poco de miedo. Al llegar a la cabaña, Maribel la recibió con una sonrisa cálida y le dijo que no tenía nada que temer. Pimienta ronroneaba tranquilamente en un rincón.

—No te preocupes, querida —le dijo la bruja—. Con un poco de magia y mucha paciencia, encontraremos a Tito.

Maribel agitó su varita y murmuró unas palabras mágicas. De repente, un rastro de hojas doradas comenzó a volar por el aire, guiando a Clara y a la bruja por el sendero del bosque. Siguieron el rastro durante un buen rato hasta que finalmente llegaron a un pequeño claro donde, acurrucado bajo un árbol, estaba Tito.

Clara, emocionada, corrió hacia su perro, lo abrazó y le dio las gracias a Maribel por su ayuda.

—Eres una bruja muy buena —dijo Clara con una gran sonrisa.

Maribel se rió suavemente.

—Las apariencias engañan, querida. A veces, las brujas no somos tan malas como cuentan los cuentos.

Desde ese día, Clara y los demás niños del pueblo dejaron de temer a Maribel. Descubrieron que, aunque usaba una varita y tenía un gato negro, en realidad era una bruja amable y generosa, siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesitara.

Y así, en lugar de ser una bruja misteriosa, Maribel se convirtió en la mejor amiga de los niños, y todos los días llegaban a su cabaña para escuchar historias mágicas y aprender un poquito de magia.

El sombrero mágico de la pequeña bruja - Relato infantil de hechizos

Había una vez una pequeña bruja llamada Violeta, que vivía en un bosque encantado, lleno de árboles parlantes y animales con habilidades sorprendentes. Aunque Violeta era joven, ya sabía realizar algunos hechizos básicos, pero su gran sueño era convertirse en la bruja más poderosa de todas.

Una mañana, Violeta se despertó con una gran sorpresa: su sombrero de bruja, que había pertenecido a su abuela, había desaparecido. Ese sombrero no era un accesorio cualquiera, era especial, ya que le permitía hacer hechizos más fuertes y controlar sus poderes. Desesperada, salió de su casita en busca de pistas.

Caminó hasta el río encantado, donde preguntó a las ranas mágicas si habían visto su sombrero. Las ranas le dijeron que vieron volar algo parecido hacia la Montaña de Cristal, un lugar muy alto y misterioso. Sin pensarlo dos veces, Violeta decidió ir en su búsqueda.

En el camino, Violeta se encontró con su amigo Hugo, un pequeño búho que siempre la acompañaba en sus aventuras. Juntos, volaron hasta la cima de la Montaña de Cristal. Al llegar, encontraron un viento juguetón que había atrapado el sombrero en un remolino. Violeta, sin miedo, decidió enfrentarse al viento.

—Por favor, devuélveme mi sombrero —pidió con educación.

El viento, sorprendido por la valentía de Violeta, le contestó:

—¡He visto a muchas brujas, pero ninguna tan valiente como tú! Si puedes resolver este acertijo, te devolveré tu sombrero.

El viento le planteó el acertijo, y Violeta, con su mente ágil, lo resolvió en un abrir y cerrar de ojos. El viento, impresionado, liberó el sombrero, y además le concedió un regalo: un pequeño cristal brillante que le daría suerte en todas sus aventuras.

Feliz, Violeta regresó a casa con su sombrero y el cristal mágico, lista para seguir aprendiendo y convertirse en la gran bruja que siempre había soñado ser. Y así, con cada día que pasaba, Violeta descubría que no solo el poder de su sombrero la hacía especial, sino su valentía y buen corazón.

¡Fin!

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Cuentos de brujas cortos para imprimir

A continuación te dejamos un cuento infantil sobre brujas que puedes descargar, imprimir y leer con tu hijo. ¡Haz click en la imagen!

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