Los osos apestosos - Cuento infantil para trabajar la asertividad con los niños

¿Qué es la asertividad? La asertividad es la capacidad de expresar las emociones y opiniones con respeto, honestidad y firmeza. Es ser capaz de solucionar los conflictos de una forma sana y de saber defenderse y decir NO sin herir a los demás. Con Los osos apestosos, un cuento infantil muy popular en México, los niños pueden aprender a ser asertivo. Todo empieza cuando, un día, un oso y una osa tiene una pelea. Lee este cuento con tu hijo para saber qué ocurre después.

Los osos apestosos - Cuento popular de México para educar a niños asertivos

Dicen por ahí que, un día, un oso y una osa tenían una pelea. El oso decía que su compañera osa olía mal. Y la osa decía que era el oso.

- ¡Cómo hueles mal, osa! - decía el oso.

- ¡No, si tú eres el maloliente, oso! - decía la osa.

Después de estar un rato discutiendo y peleando, el oso dijo a la osa:

- Mira, osa. Para quitarnos de pelear, vamos a llamar a algún animalito. Él nos dirá quién de nosotros dos es el hediondo.

Entonces, dijo la osa:

- Ándale, pues. Llamemos a aquel zorro.

El oso le gritó al zorro que pasaba por ahí, para que les dijera su opinión.

- ¡A ver, zorro! Ven para acá. Tú nos vas a decir quién de nosotros dos es el maloliente. La osa dice que soy yo. Y yo digo que es ella.

El zorro se arrimó al oso y lo olió. Luego, olió a la osa, y dijo:

- Tu tienes la razón, oso. La osa es la apestosa.

Nomás terminó de hablar el zorro, y la osa lo aventó a un lado. A ella no le gustó que le llamara apestosa. El pobre zorro recibió tal golpe que ya no se pudo levantar.

Después, la osa le gritó a una tuza que pasaba por ahí:

- ¡A ver, tucita! Ven para acá. Quiero que tú me digas quién de nosotros dos es el hediondo. El oso dice que soy yo. Y yo digo que es él.

La tuza se acercó a la osa y la olió. Luego, olió al oso, y dijo:

- Yo opino que tú dices la verdad, osa. El oso es el apestoso.

Más tardó en decir su opinión la tuza, que en recibir un manotazo del oso. La pobre tuza fue a dar junto al zorro. Es que al oso no le gustó que le dijera apestoso.

Después, el oso y la osa le gritaron a un coyote que pasaba por ahí:

- ¡Oye, amigo coyote! Ven para acá. Queremos que nos digas quién huele mal.

Entonces, el coyote se arrimó a los dos osos. Pero, antes de oler a uno y a otro, vio al zorro y a la tuza tirados.

Y les preguntó a los osos:

- ¿Y por qué están ahí tirados el zorrito y la tuza?

La osa fue quien respondió primero:

- Es que yo le di un aventón al zorro. Él opinó que yo era la apestosa.

Luego, el oso dijo al coyote:

- Y yo le di un manotazo a la tuza. Ella dijo que yo era el apestoso.

El coyote se asustó y se quedó pensativo:

'¿Qué haré? Si digo que la osa es la apestosa, ella me dará un aventón. Y si digo que el oso es el apestoso, él me dará un manotazo... ¡Ah! Ya sé que les diré', pensó.

Entonces, el coyote les dijo a los osos:

- Pues fíjense que no voy a poder opinar. Han de saber que tengo catarro. Y no huelo nada de nada. Con su permiso, yo ya me voy. Adiós.

FIN

Preguntas sobre lo que los niños comprendieron de este cuento

1. ¿Por qué se peleaban el oso y la osa?

2. ¿Qué hicieron para dejar de pelearse?

3. ¿Qué opinó el zorro?

4. ¿Cuál fue la reacción de la osa?

5. ¿A quién llamó la osa para opinar?

6. ¿Cuál fue la reacción del oso?

7. ¿A quién más llamaron los osos para opinar?

8. ¿Qué dijo el coyote?

9. ¿Crees que el coyote actuó bien?

10. ¿Qué harías tú si estuvieras en el lugar del coyote?

11. ¿Qué has aprendido con este cuento?

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9 Consejos para fomentar la asertividad en los niños

Te ofrecemos algunos consejos e ideas para trabajar la asertividad en los niños para que desarrollen la habilidad social de poder expresar libremente, comunicar y defender sus propios derechos e ideas de manera sana, adecuada y respetando las de los demás.

1. Desde muy pequeños, es importante que NO queramos proyectarnos sobre los hijos. Los niños deben aprender a opinar, a desarrollar sus propias ideas, y a expresarlas de la forma que puedan. Que cada uno transmita su propia opinión, respetando la de los demás.

2. Ten mucho cuidado a la hora de transmitir mensajes a los niños. Ten en cuenta que ellos no están preparados ni poseen la experiencia que tienes para entenderlas de la misma manera.

3. No cries expectativas respecto a tus hijos. Cada persona es única, y su conducta dependerá de la educación que les dé. NO les exijas a tus hijos cosas y actitudes para las que ellos no están preparados. Respeta sus limitaciones.

4. Inculca a tus hijos que todos tenemos el derecho de sernos tratados con cortesía y respeto. Por ello, trate a tus hijos con consideración.

5. Enseña a tus hijos a defender sus derechos a llorar, a reírse, a jugar, a enfadarse, a no estar de acuerdo... y a respetar los mismos derechos en las demás personas. Cuando nos respetamos a nosotros mismos, obtenemos el respeto de los demás.

6. Enseña a tus hijos a decir NO sin sentirse culpables o egoístas. Enseña con tu ejemplo, especialmente cuando tengas que decir NO a tus hijos. Díselo de forma firma y asertiva.

7. También es importante que permitas a tus hijos a equivocarse, que expresen sus debilidades y que tengan el derecho a no saber o no entender algo. Los niños también pueden 'meter la pata'.

8. Escuche a tus hijos. Tómales en serio todo lo que dicen. Factor clave para lograr una comunicación asertiva.

9. Ofrece ayuda a tus hijos frente a alguna dificultad, pero no te adelantes. Ayúdales cuando te lo pidas o cuando veas que ellos no son capaces de solucionarla.

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