Simón tiene dislexia - Cuento corto para niños que no pueden leer bien

En esta ocasión te presentamos 'Simón tiene dislexia', un cuento corto para niños sobre padecer dislexia, la cual se cataloga como un trastorno del lenguaje. Quienes la padecen presentan una severa dificultad para relacionar los sonidos del habla con las letras que ven, sin embargo, estas sí tienen qué ver con la palabra deseada, es decir, pueden escribir o leer 'lenjuage': tiene las letras correctas en el orden equivocado.

Cuento corto para niños que tienen problema al leer  - Simón tiene dislexia

Si tu hijo está teniendo alguna dificultad parecida es hora de leer este cuento para que sepa de qué va la dislexia. También te recomendamos acudir con un terapeuta del habla, logopeda o fonoaudiólogo si notas que tu hijo presenta frustración por este tema o si ya está afectando su rendimiento escolar. Con el tratamiento adecuado se pueden hacer muchos progresos. ¡A leer con vuestro hijo!:

La dislexia entró en el hogar sin que nadie la hubiera invitado a pasar. Es más, nadie de esa familia la conocía. Entró sigilosamente, de puntillas, tanto que la descubrieron tiempo después, cuando ya se había instalado confortablemente en la habitación del pequeño Simón.

Al niño le costaba formar las palabras y las confundía si tenían un sonido parecido. - ¿Qué quieres, Simón? - le preguntaban cuando señalaba algo.

- La patola - decía el niño señalando la pelota. El tiempo pasaba y la dislexia seguía haciendo de las suyas.

Simón, aunque era un niño muy inteligente, confundía las letras, invertía el orden de los números y se frustraba cuando las cosas no le salían como él quería.

- ¿Por qué haces que me confunda? - preguntaba Simón a la dislexia, aunque aún no sabía su nombre, muy enfadado.

Cuando comenzó a escribir agarraba con fuerza el lapicero, y a pesar de su esfuerzo tenía mala letra. Cuando tenía que leer en voz alta se estresaba mucho, era muy lento, se confundía constantemente y temía las burlas de los demás. No le gustaba leer.

Y Simón volvía a preguntar: - ¿Por qué me confundes? ¡Vete!

El único que había visto de cara a la dislexia hasta ese momento era Simón, aunque aún no había descubierto cómo se llamaba.

Simón iba creciendo y seguía teniendo problemas con la lectura, el habla y la pronunciación.

Una mañana, cuando menos lo esperaba, sus padres y su maestro le dijeron que querían contarle algo importante:

- ¡Hemos descubierto que tienes dislexia! No te debes preocupar, Simón. Eres un niño muy inteligente, tan solo tienes problemas de aprendizaje para la lectura y la escritura, y eso tiene fácil solución - le explicaron.

- ¡Dislexia! Se llama dislexia - dijo Simón aliviado.

Desde ese día en su casa todos conocieron a la dislexia, la empezaron a ver como una más de la familia, y Simón se empezó a sentir mucho mejor cuando puso nombre a lo que le ocurría.

Actividades de comprensión lectora sobre el cuento corto

Es hora de hacer estas preguntas de comprensión lectora a tu hijo sobre el cuento sobre la dislexia, si tiene duda, pueden volver a leerlo las veces que quieran:

1. ¿Qué le costaba a Simón cuando leía?
2. ¿A qué se refería Simón cuando decía 'la patola'?
3. ¿Por qué se estresaba Simón al leer en voz alta?
4. ¿Cómo se llama el trastorno que padece Simón?

Pide a tu hijo que dibuje cómo cree que se ve la dislexia y que brinde algunas ideas para poder superarla, quizá a través de una carta o una historia corta, ¡echen a volar la imaginación!

¿Qué es la dislexia en los niños y cómo se puede controlar?

La dislexia no se cura, pero sí se puede controlar. Para ello es necesario tener un diagnóstico temprano y así ayudar al niño a que esto no afecte su vida cotidiana ni su rendimiento escolar. Se recomienda que los padres y educadores del niño acudan primero con el pediatra ante la sospecha de dislexia, posteriormente un fonoaudiólogo o logopeda pueden ser de muchísima ayuda.

Las características del niño con dislexia son básicamente las siguientes:

• Tienen una lectura lenta, muy trabajosa y cargada de errores: confunden las letras o las pronuncian al revés.
• Nunca tienen una buena ortografía en los textos o dictados.
• Hacen uniones o separaciones de manera incorrecta en las palabras.
• Tienen dificultades para abrocharse los botones de la camisa, los cordones de los zapatos o para coger el lapicero.
• No puede realizar actividades de organización de ideas o que lleven cierta estructura, por ejemplo, la aplicación de reglas ortográficas.
• Presenta un grado de dificultad para la automatización del aprendizaje y memorización, es decir, aprende algo pero poco después lo olvida.

Sin embargo, los niños disléxicos poseen otras cualidades, por ejemplo sí son capaces de aprender a leer, pero con un método especial, acorde a su edad y nivel de dislexia, poseen gran imaginación y fantasía, y tienen excelente memoria episódica, frente a la mala memoria de trabajo o a corto plazo, es decir, su memoria de hechos vividos es muy superior a la de los demás.

A veces los padres o los profesores suelen confundir la dislexia con déficit de atención o hiperactividad, algunos más se aventuran con la literalidad cruzada e incluso piensan que es simplemente inmadurez. Sin embargo, para tener un diagnóstico definitivo es primordial acudir con el pediatra para que pueda determinar si es que se está presentando la dislexia.

Aunado a esto la Guía General sobre Dislexia, elaborada por la Asociación Andaluza de Dislexia, menciona otra característica que puede presentarse junto a este trastorno: la hiperlexia, que se presenta cuando los niños no tienen comprensión lectora. Esto pasa cuando, a pesar de tener una lectura fluida, no aprenden lo que leen, no comprenden el texto más allá de la literalidad y no pueden dar una conclusión propia.

Las 4 grandes cualidades de los niños con dislexia

A pesar de que pudiera parecer terrible el diagnóstico de dislexia, en realidad también tiene su lado positivo, ya que los pequeños disléxicos tienen estas 4 cualidades:

1. Son creativos e imaginativos, con riqueza de pensamiento.
La mayoría cree que los disléxicos son despistados, que se la pasan en su mundo o que viven en las nubes. Pero no, de hecho enlistamos esta cualidad en primer lugar porque es la más positiva que poseen. Su creatividad les da la capacidad para solucionar problemas muy de forma distinta a lo que normalmente se esperaría en un niño.

En esto radica el concepto de pensamiento 'out of the box' o fuera de la caja o divergente. Casi siempre la contrariedad para estos pequeños es que en la escuela predomina el pensamiento convergente, con el que se fomenta elegir de entre varias alternativas una solución. Esto los limita un poco y los maestros o hasta los mismos padres pueden frenar su creatividad.

2. La sensibilidad es parte de ellos.
Su pensamiento abarca todas las áreas, lo que los hace especialmente sensibles, sobre todo ante los problemas sociales. Piensan y razonan con la sensibilidad, más que con la lógica y eso hace que se fijen en la totalidad de las partes. Estos niños son especialmente conocidos por ponerse a pensar en los detalles: son muy observadores con su entorno y son muy imaginativos.

3. Tienen un gran manejo del espacio audiovisual.
¿Te has preguntado por qué gran parte de los arquitectos, diseñadores gráficos o fotógrafos son disléxicos? Porque los niños con esta condición deben construir su aprendizaje de forma visual, por lo que poseen una capacidad extraordinaria en el manejo del espacio, casi siempre piensan en imágenes y tienen un gran manejo de la memoria visoespacial.

Sin embargo, es posible que tengan dificultad para en la orientación del espacio-lugar, es decir, el concepto de derecha-izquierda no lo dominan, pero se orientan por lo que visualmente existe. ¿Un ejemplo? Es más fácil que al dar la dirección o indicaciones digan: 'Sigues de frente y en la esquina donde hay un anuncio de veterinaria con un perro café giras hacia la casa pintada de morado con dos árboles podados afuera', en vez de decir simplemente: 'cuenta tres calles y giras a la derecha'.

4. Son demasiado curiosos.
Son exploradores natos y aprenden muchísimo cuando pueden preguntar, investigar y descubrir bajo la supervisión de un adulto. Puede ser que algo les llame la atención y se adentren en ello, un ejemplo, sería el interés por los dinosaurios: se pueden aprender características completas de ellos y distinguirlos fácilmente. Gracias a su memoria episódica pueden recordar muchísimos detalles aunque haya pasado mucho tiempo desde que leyeron esa información.

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