Factores que hacen que un niño no hable bien - Desarrollo del lenguaje

Aprender a hablar es uno de los logros más importantes de nuestro peque, la comunicación por medio de una palabra hace que su socialización con mamá o papá sea más fácil y menos frustrante. En ocasiones, esa comunicación se ve afectada más de lo que creíamos por conductas que están en su entorno. Estos son los factores que hacen que un niño no hable bien.

Cuando un niño no habla bien, ¿dónde está el error?

Desde sus primeros meses estamos ansiosos por escucharlo decir papá o mamá, buscamos en internet muchas maneras de estimular y fomentar su lenguaje verbal. A veces incluso nos obsesionamos un poco con el asunto y frustramos a nuestro hijo de manera inconsciente, pero una vez lograda esa primera articulación nos emocionamos enormemente. ¡Queremos que diga más cosas y por eso le enseñamos su entorno y nos aprendemos canciones para enseñárselas a él!

Hablar y poder expresarse siempre será algo gratificante tanto para quien lo hace (nuestro hijo) como para quien lo escucha (nosotros), pero en ocasiones, por mucho que nos esforcemos e intentemos mil cosas, es evidente que nuestro pequeño tiene dificultades para lograrlo…

Aquí llega la preocupación, el desespero y la culpa de la tan famosa frase 'ser mala mamá o papá'. Lo primero que pensamos es en problemas graves…: '¿Será que mi hijo tiene problemas neuronales? '¿Será que mi hijo tiene un retraso?' '¿Tengo que llevarlo al logopeda?' Déjame decirte que, antes de pensar en lo peor que es lo habitual, pensemos en los factores que tal vez están afectando ese desarrollo comunicativo y reflexionemos sobre si es allí donde está la falencia o error o si debemos buscar otras opciones.

Cuando estamos en este camino de empezar a hablar, hay ciertas cositas que nos ayudan o nos impiden un montón avanzar: la genética familiar, su entorno directo (la familia), el ambiente social y su escolarización.

Cómo influyen las relaciones sociales en el desarrollo del lenguaje del niño

Actualmente con la pandemia se ha evidenciado mucho más la importancia de estos factores, pues muchos niños nacidos antes y durante pandemia tienen hoy día un retroceso muy grande en su desarrollo del lenguaje. Tú me dirás que le hablas un montón, que le pones música, que le cuentes cuentos... Pero hay ciertas cosas que solo se aprenden por medio de la socialización y el interactuar con otros pequeños de su edad, como dijo Loris Malaguzzi: 'Las cosas de los niños y para los niños se aprenden solo de niños'.

Cuando nuestro hijo está aislado del entorno, no tiene con quien retroalimentarse ni explorar, no hay un interlocutor de su edad que le hable y le diga lo que piensa, podemos notar ciertas conductas como que habla solito, jugar solito, no presta atención a su entorno... En el fondo está limitando su comunicación con mamá o papá a pequeñas frases.

Y cuando llega la hora de salir al parque o ir a un centro comercial, no presta atención a nada que él decida que merece su atención. No le atrae ir a jugar con otros niños ni se emociona por conocerlos, y aquí es donde las miradas de extraños, que observan a tu pequeño como si tuviese alguna condición y tú te sientes mal y con culpa. Pero no es así, esto que te describo con el factor social es algo que actualmente muchas familias están viviendo, la pandemia en estos pequeñitos puso una pausa en su desarrollo y habilidades del lenguaje y de la sociabilización.

Y aunque a veces nos parezca que socializar no es tan importante, es algo que niños y mayores hacemos todos los días: en el trabajo, en la universidad, en el colegio, al momento de hacer la compra, en las extraescolares, en el ascensor de la comunidad... Tú no llegas a tu trabajo en silencio a hacer lo que quieras e ignorar los encargos que se te piden; tú llegas a tu trabajo, saludas a tu compañero y empiezas a hablar de algún acontecimiento, y lo mismo les pasa en el colegio a tus hijos.

Te pongo un ejemplo. Tú no puedes tomar la ropa y salir de la tienda sin decir una palabra. Tú preguntas por el modelo que te gusta, algún color y talla específicos y luego vas a la caja a pagar y debes cruzar palabras con la cajera para el medio de pago que deseas utilizar. Socializar no es ir a fiestas ni clubes, socializar es algo que hacemos diariamente incluso de manera virtual: chateamos con nuestros jefes, tenemos reuniones virtuales con nuestros compañeros, hacemos videollamadas grupales con la familia...

Más factores que hacen que un niño no hable bien

Otro factor importante a tener en cuenta es la familia. Si en casa le hablamos tanto que no le dejamos expresarse, ese chiquito seguramente se limitará a escuchar y atender la instrucción que le has dado, y al llegar al jardín hará lo mismo, ¿por qué? Porque es el ejemplo que le estás dando: yo hablo tú me escuchas y atiendes. Aquí no hay espacio para opinar ni hablar.

Según se explica en el informe 'Desarrollo de la comunicación y del lenguaje: indicadores de preocupación', realizado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria Madrid, 'la adquisición del lenguaje surge de la interacción de un individuo con su ambiente. Están presentes tanto factores intrínsecos (innatos) como extrínsecos (adquiridos) a través de la interacción con el medio en el que vive, crece y se desarrolla el niño.

Muchas veces lo hacemos de forma inconsciente y ni siquiera notamos que nuestro hijo se la pasa en silencio. Si al reflexionar un poco piensas que estás en esta situación, cambia, involúcralo, pídele su opinión y permítele que hable. Muchas veces los papás me dicen que sus hijos hablan muy despacio y que a veces ellos asumen ya lo que el niño les va a decir, pero esto es un error porque dejas al niño sin herramientas para opinar y argumentar sus pensamientos o conocimientos.

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Si prolongamos esta conducta nuestra en el tiempo, ¿qué crees que pasará al escolarizarlo? No tendrá bases para hablar y no se sentirá seguro de establecer conversaciones con otros niños, él preferirá que otros hablen por él. Además si tiene dificultades sociales le será muy difícil pasar de un entorno de 3 ó 4 personas (su hogar) a un entorno de 10 ó 15 personitas y adultos. Será un shock muy grande estar expuesto a tantas caritas distintas y su miedo le dará paso a la inseguridad y el mutismo selectivo.

Y, por último, la parte genética… Hay que ver también qué hay en tu familia para descartar o comprender comportamientos de tu hijo. No es para asustarse, pero muchas veces sin saberlo nuestros abuelos tuvieron algún trastorno del lenguaje que nunca se detectó ni se trató y tampoco sabían cómo nombrar a aquello que les pasaba y hoy día pueden categorizarlo y verlo reflejado en su nieto. Somos la suma de muchas generaciones y con ellas de muchas habilidades cualidades y dificultades.

Es cuestión de comprender y no tener miedo a descubrir dónde está aquello que no le permite a tu hijo avanzar adecuadamente. La ayuda oportuna hará un gran cambio no solo en ellos sino también en nosotros, pues nos sentiremos más tranquilos, seguros y confiados de que nuestro hijo podrá hacerlo de la mejor forma posible.

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