Mariposita Caprichosa. Cuentos infantiles para niños

Este es un cuento que habla de una pequeña mariposa que no estaba contenta con el color que tenían sus alas. Siempre estaba deseando cambiar su color para el color que tenían las demás mariposas. Hasta que un día... Lee este cuento de la Mariposa caprichosa y enseña a tus hijos a aceptarse como son y no sean caprichosos. Un cuento infantil que puede llevar a los niños a reflexionar sobre sus virtudes y defectos, y sobretodo que cada uno de nosotros es único e incomparable en la forma de ser.

Cuento para enseñar a los niños a aceptarse como son - Mariposita caprichosa

La Mariposita tenía un lindo color amarillo. Un día, mientras volaba entre las flores vio una mariposa azul; regresó donde estaba su mamá y le dijo:

- Mami, mami, he visto una mariposa azul.

- ¿Y qué? preguntó mamá mariposa.

- Que yo quiero ser azul, dijo Mariposita.

La mamá pintó las alas de su hijita de un lindo color azul, que enseguida salió a lucir al jardín. Ah! Pero entonces vio una mariposa color naranja, y la historia se repitió. Mariposita quiso tener alas de color naranja; la mamá la complació de nuevo, pintando sus alas de color naranja.

Al otro día temprano, mariposita voló y voló, luciendo nuevo color en sus alas. Y de esta vez más allá del jardín. Y se encontró con un grupo de mariposas blancas. De inmediato voló a casa y rogó a su mamá:

- Mami, mami. Ya no quiero este color, quiero ser blanca, como unas mariposas que he visto hoy.

Y la mamá, de inmediato, lavó las alas de la pequeña y las pintó de un blanco reluciente. Pero sucedió que mariposita estaba tan oronda con su nuevo color, que no se dio cuenta de que llegaba una fuerte lluvia. Se refugió en un árbol, porque las mariposas nunca dejan que la lluvia las moje.

Pero el viento era muy fuerte, y la pequeña mariposita no pudo evitar que le cayeran unas cuantas gotas desprendidas de las hojas del árbol. ¿Saben lo que pasó entonces? Que las alas de mariposita empezaron a desteñirse, a tomar todos los colores que su mamá le había pintado, aunque no aparecía su lindo color amarillo.

Cuando regresó a su casa, mariposita estaba muy fea. Su mamá casi no la conoció.

- Ves, hijita. Esto te ha pasado por caprichosa. Debiste estar feliz, contenta con tu color y no andar queriendo parecerte a otras mariposas.

La pobre mariposita lloró un montón. Estaba arrepentida. Creyó que nunca volvería a lucir el lindo color amarillo de sus alas.

La mamá la dejó llorar, hasta que fue a ayudarla, le limpió las alas hasta que se vió aquel amarillo que parecía oro. Desde entonces, mariposita no volvió a tener caprichos tan tontos, y aprendió a quererse a ella misma, fuera como fuera.

FIN

Este cuento ha sido enviado por Nereida González (España)

Preguntas para niños sobre la comprensión del texto

1. ¿De qué color tenían las alas de Mariposita?

2. ¿Por qué Mariposita quería tener alas de color azul, naranja...?

3. ¿Qué ocurrió cuando la madre de Mariposita le pintó las alas de blanco?

4. ¿Por qué las alas de Mariposita empezaron a desteñirse?

5. ¿Qué dijo la madre de Mariposita?

6. ¿Consiguió Mariposita recuperar el color original de sus alas?

7. ¿Qué has aprendido con este cuento?

Y si tú o algún familiar o amigo escribe cuentos infantiles, no dejéis de enviárnoslos a: ¡CÚENTANOS UN CUENTO!

4 útiles consejos para padres de niños consentidos y caprichosos

Los niños caprichosos suelen tener comportamientos que irritan y provocan rechazo en los padres y demás niños. Suelen tener una conducta irrespetuosa y mal educada, siempre contradiciendo a los demás cuando no hacen lo que ellos quieren. ¿Cómo se debe afrontar el antojo en los niños? Sigue algunos consejos educativos para educar a los niños a que NO sean consentidos desde que son pequeños. ¡Toma nota!

1. Enseñar al niño y practicar el valor del esfuerzo
Los niños deben aprender a valorar las cosas con esfuerzo, por lo que si quiere un juguete u otra cosa deben hacerse merecedores, por ejemplo, haciendo bien los deberes escolares, recogiendo sus juguetes, etc.

2. Aplicar disciplina y poner límites desde muy pequeños
Los niños deben saber, desde muy pequeños, qué deben y qué no deben hacer. Qué pueden y lo que no pueden hacer. Es importante que empieces con la disciplina lo antes posible.

3. Buscar y sugerir opciones al capricho
Cuando el niño insiste en hacer algo que no puede hacer, una de los recursos para frenar este capricho es distraerle y hacerle olvidarlo sugiriendo otra actividad como ir al parque o visitar a los abuelos, etc.

4. Ser un ejemplo de complicidad a los hijos
Padres caprichosos tendrán hijos caprichosos. Los padres deben seguir la misma línea de actuación entre ellos. No vale que papá no ceda al capricho y mamá sí. Eso solo perjudicará al niño.

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