Pautas para escoger el mejor pescado para niños y bebés

Dentro de las muchísimas 'primeras veces' de la vida de un niño, la introducción de alimentos diferentes de la leche (o alimentación complementaria) es uno de los temas que más preocupa a las madres, padres, abuelos y todo aquel que pueda ver a un bebé comer. ¿Cómo y cuándo ofrecer pescado y marisco a un bebé?

Pautas para la introducción de la alimentación complementaria en los niños

Durante muchos años y, no hace tanto tiempo, existían reglas muy estrictas en cuanto a qué, cómo y cuándo se debían de introducir los diferentes alimentos. Pero estudios serios han demostrado recientemente que NO HAY DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS en el desarrollo y estado de salud de los niños si introducimos, por ejemplo, las fresas a los 10 meses en lugar del año de edad, o el pescado a los 9 y no a los 10 meses.

Más bien, es fundamental enseñar a los niños a comer alimentos variados tanto en sabor como en textura, pero también a conocer la alimentación como parte de una actividad necesaria para la salud, sin perder de vista el importante aspecto social que tiene la comida en las diferentes culturas.

Actualmente quedan pocas reglas en cuanto a alimentación infantil se refiere. No solo esto, sino que son claras, sencillas y el consenso de su aplicación en global. Vale la pena repasarlas siempre cuando se habla de introducción de alimentación complementaria en los niños.

- La alimentación principal del niño hasta los 12 meses de edad es la leche materna o las fórmulas maternizadas, en caso de que por cualquier motivo no se pueda llevar a cabo la lactancia materna.

- Desde los 6 meses de edad es seguro ofrecer cereales, frutas, hortalizas, legumbre, carne, pollo y pescado. La dieta, por tanto, debe de ser variada y basada en las costumbres alimenticias de la zona donde vivas, promoviendo el consumo de proximidad y productos naturales.

- No es recomendable retrasar más allá de los 7 meses la introducción de alimentación complementaria, incluso en niños con necesidades especiales en quienes pueden necesitar técnicas de alimentación especiales.

- Hay que buscar un adecuado aporte de hierro desde los 8 meses de edad, que se puede obtener de alimentos como la carne, las verduras de hoja verde e incluso cereales fortificados con hierro.

- La leche entera se puede introducir a partir de los 12 meses de edad, pero se pueden ofrecer productos lácteos en pequeña cantidad a partir de los 9-10 meses.

Cómo elegir el mejor pescado para los bebés y los niños

Con las cuestiones básicas repasadas, ya podemos explorar el océano y todos los animales que podríamos sacar de ahí para darle de comer a nuestros niños. Se recomienda que se consuma pescado  3 o 4 veces por semana, lo que nos da una idea de la importancia de este alimento para la dieta. El pescado es un alimento con un alto aporte de ácidos grasos omega-3 (necesarios para el neurodesarrollo y el mantenimiento de las membranas celulares), vitaminas y proteínas de alto valor biológico.

La introducción del pescado y marisco en la dieta de los niños siempre ha sido controvertido, tanto por la gran variedad de alimentos que engloba como por las mil maneras en que se pueden preparar, que va desde el consumo en crudo hasta los guisos más complicados. No es lo mismo decir 'pollo sí', englobando la mayoría de las aves y entendiendo que se dan cocidas, que decir 'pescado y mariscos sí (o no)', abarcando desde moluscos hasta mamíferos que se pueden comer crudos o en elaborados guisados.

Como regla general, no se ofrecerá pescado ni mariscos crudos a los niños pequeños por el riesgo de infecciones intestinales, que en los niños pequeños tienen más riesgo de complicaciones graves como la deshidratación. Por lo tanto, es adecuado que los niños prueben pescados, calamar, sepia, ostión y navajas, pero siempre cocidos.

En el año 2019 la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, con base en la creciente evidencia sobre el contenido de mercurio en algunos pescados y los efectos nocivos que tiene este en el desarrollo cerebral de los niños, recomendó que los niños menores de 10 años, mujeres embarazadas y con planes de embarazarse evitasen el consumo de especies con potencial de tener alto contenido de mercurio (pez espada, pez emperador, atún rojo, tiburón y lucio). 

Otra pauta que aconsejo es que ese sector de la población limite el consumo de estas especies a 120 gramos al mes en niños de 10-14 años. En estas recomendaciones también se encuentra un listado de las especies con bajo contenido en mercurio, como el bacalao, la merluza, la sardina, entre otros.

Finalmente, otro factor que se debe de tener en cuenta para saber qué tipo de pescado se puede ofrecer a los niños es su origen y su modo de producción. Se considera seguro consumir pescados de piscifactoría y que se puedan conseguir cerca de la zona en la que vivan. La razón de esto es, nuevamente, la presencia potencial de sustancias tóxicas y/o contaminantes que se desechan en los mares y que al cabo de años pueden volver a nosotros en forma de microplásticos o metales nocivos para el desarrollo.

Dicho todo lo anterior se puede resumir que los pescados que más se recomiendan para los niños son los pescados pequeños, cuyo ciclo vital es corto, y que sean de carne blanca, porque tienen un sabor y una consistencia suave. Este tipo de pescado del que hablo es muy adecuado para las primeras experiencias de los niños porque contienen una cantidad escasa de contaminantes potencialmente perjudiciales para su salud.

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