35 semanas de embarazo

El desarrollo del embarazo semana a semana ha llegado a la semana 35 de embarazo. El bebé comienza a colocarse en posición cefálica, que es la más adecuada para atravesar el canal del parto el día de su nacimiento. La futura mamá puede empezar a sentir mayor presión en la parte inferior de la pelvis debido a que el feto está empezando a introducirse en el canal del parto entre los huesos pélvicos.

Cuando la cabeza del bebé se introduce entre los huesos pélvicos, caminar se hace más difícil e incluso produce calambres y molestias en la vagina. Los genitales pueden inflamarse y seguramente los notarás aumentados de tamaño. Notarás que ejerce presión y sentirás la necesidad de orinar con mayor frecuencia.

Cambios en el cuerpo de la mujer embarazada

En la semana treinta y cinco de embarazo, tu útero, que ahora ya te llega hasta debajo de las costillas, ha aumentado unas 15 veces su tamaño original. El útero también está presionando sobre los órganos internos, y por eso tienes que ir tantas veces al cuarto de baño.

A medida que te acercas a la fecha del parto, el cartílago blando de tu pelvis empieza a expandirse para que el bebé pueda pasar por el canal vaginal más fácilmente. Esta expansión hace que las mujeres embarazadas caminen balanceándose.

A las 35 semanas de embarazo ha llegado el momento de hacerte el cultivo recto-vaginal, una prueba que sirve para descartar la presencia del germen Streptococo Agalactiae, que forma parte de la flora vaginal de muchas mujeres sin causarles ningún tipo de síntoma ni signo (picor, escozor o aumento de flujo). Pero si el bebé entra en contacto con el Streptococo Agalactiae en el momento del parto, puede infectarse y padecer una sepsis (infección generalizada) o una meningitis. Gracias al cultivo recto-vaginal es posible detectar qué mujeres son portadoras de este germen para ponerles un antibiótico intravenoso en el momento del parto. La prueba se realiza tomando unas muestras de tejido con unas torundas de la entrada de la vagina (llamado introito vaginal) y del recto (a través del ano).  

Desarrollo y crecimiento del bebé en el embarazo

En la semana 35 de embarazo, el bebé pesa unos 2,500 gramos y mide 45 cm. Se considera que a partir de la semana 35, los pulmones del bebé han madurado lo suficiente como para adaptarse a la vida extrauterina sin problemas respiratorios. Esta madurez pulmonar está relacionada con la presencia de surfactante pulmonar, que es un líquido secretado en los alvéolos y permite que éstos se distiendan. Se produce cuando el pulmón ha alcanzado el desarrollo adecuado de sus alvéolos y la pared torácica también está formada. Aparecen los primeros movimientos respiratorios, que son progresivamente más rítmicos desde la semana 20.

Cuando el parto se produce de forma prematura antes de la semana 34-35, el recién nacido tiene un alto riesgo de padecer una enfermedad o síndrome de dificultad respiratoria neonatal relacionada con la membrana hialina debido a la inmadurez pulmonar. Esta enfermedad es responsable de un alto número de complicaciones y muertes neonatales, que hoy se evitan acelerando la maduración pulmonar con corticoides ante una amenaza de parto prematuro. Los corticoides deben administrarse durante dos días antes del parto prematuro. 

El reflejo de succión-deglución y la movilidad del tracto gastrointestinal mejoran. Las reservas de grasas y glucógeno aumentan, lo mismo que la osificación de los huesos largos y la adquisición  de tono muscular. La piel presenta un color rosado y el lanugo comienza a caerse. Las uñas llegan al borde de los dedos de los pies y se inicia la curvatura de la parte superior del pabellón auricular. Los testículos descienden desde el interior del cuerpo hasta el saco del escroto y los labios menores de las niñas son muy prominentes. Prosigue el desarrollo de la función nerviosa. El comportamiento del bebé está cada vez más estructurado, los ciclos de sueño y vigilia están bien definidos.

La salud y las emociones durante el embarazo

A partir de la semana 35 de embarazo es posible que notes con más intensidad los numerosos cambios musculo-esqueléticos que se producen en tu cuerpo debido al progresivo aumento de peso, la acción de las hormonas y la adaptación postural. Los calambres en las piernas, el dolor de espalda y la sensación de piernas cansadas e hinchadas. 

1. Calambres. Son el resultado de la compresión de algún nervio debido al crecimiento del útero. Para prevenir los calambres debes caminar todos los días y realizar ejercicios con los tobillos (trazando círculos y líneas de arriba a abajo). En cambio, para aliviar un calambre cuando ha aparecido, estira la pierna y dirige los dedos del pie hacia arriba. La aplicación de calor o masajes puede resultar beneficiosa.

2. Dolor en la espalda. La curvatura de la espalda se modifica, incluso habrás notado que caminas de otra manera y todo ello puede provocar molestias a nivel lumbar. Para minimizarlas, evita permanecer mucho tiempo en la misma posición, ya sea de pie o sentada, dobla de vez en cuando las rodillas para descargar la espalda, siéntate apoyando la espalda sobre el respaldo, cuando levantes objetos del suelo, hazlo doblando las rodillas y no la espalda, evita cargar pesos excesivo y recurre a los masajes de un fisioterapeuta cuando sientas mucho dolor.

3. Piernas cansadas e hinchadas. El aumento del tamaño del útero comprime algunas venas. Para mejorar el retorno venoso, descansa con las piernas en alto, utiliza ropa cómoda y holgada, evitando las medias o calcetines que produzcan compresión local en las pantorrillas, no permanezcas demasiado tiempo en la misma posición y acaba la ducha con agua fría desde la cadera hacia los pies.

Dieta y alimentación para la embarazada

Aunque el embarazo no es el momento ideal para hacer una dieta, debes olvidarte del mito de 'comer por dos'. Cada mujer necesita una ingesta energética distinta, pero puedes aumentar tu ingesta calórica en 200-300 calorías por día, siempre que tu peso a lo largo de todo el embarazo no supere la media de 9-15 kilos. 

Precisamente ahora que el embarazo está más adelantado y tu estómago e intestinos desplazados por el aumento del útero, realiza sólo pequeñas comidas ya que no serás capaz de hacer una buena digestión de una comida pesada. Debes comer menos, pero más a menudo, realizando cinco pequeñas comidas diarias en lugar de las tres habituales.

Curiosidades de la semana 35 de embarazo

El momento del parto se acerca y, si estás trabajando, deberás tomarte un descanso laboral o baja maternal para cuidar de tu bebé. Este descanso dispone de prestación económica, que consiste en un subsidio equivalente al 100 por cien de la base reguladora correspondiente de tu salario actal. En caso de parto múltiple, adopción o acogimiento de más de un menor se reconocerá un subsidio especial por cada hijo.

La duración del periodo de descanso es de 16 semanas ininterrumpidas, ampliable en caso de parto, adopción o acogimiento múltiple, de discapacidad y de hospitalización del recién nacido y el derecho a la prestación comienza el día del parto o el día del inicio del descanso si es antes del nacimiento. En caso de adopción o acogimiento, a partir de la resolución judicial de adopción o de la decisión administrativa o judicial de acogimiento.

El periodo de descanso se podrá disfrutar en régimen de jornada completa o tiempo parcial. Si el padre y la madre trabajan, podrán optar por el periodo de descanso de forma simultánea o sucesiva.

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