Para desarrollar la empatía de un niño, enséñale educación emocional

La empatía está muy relacionada con la educación emocional, puesto que los niños deben aprender a reconocer las emociones propias y ajenas para poder empatizar con ellas. Luis Moya Albiol, psicólogo, neurocientífico y autor del libro 'Educar en la empatía: El antídoto contra el bullying', te cuenta en detalle varios consejos prácticos para que puedas enseñar a tus hijos la capacidad de ponerse en el lugar del otro comprendiendo cómo funciona la empatía en el cerebro de los niños.

Cómo desarrollar la empatía de los niños a nivel cerebral

Como ya sabes, la empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de entender cómo se siente, de tener en cuenta lo que dice o piensa a pesar de ser diferente a lo que sentimos nosotros. Pero por muy básico y necesario que sea este valor, en ocasiones no resulta sencillo mostrárselo a los hijos, en especial cuando son muy pequeños, pues, debido a su nivel de desarrollo, aún tienen una visión egocéntrica del mundo.

Por lo tanto, distinguimos dos componentes: uno mental, en el que tomamos en cuenta la perspectiva de otra persona; y otro más emocional, en el que se produce el acercamiento con los otros.

A nivel cerebral, debemos hablar de las llamadas neuronas espejo que se activan cuando vemos a alguien hacer algo. La empatía se basa en estas neuronas espejo, pero también abarca el cerebro social y el emocional, así como el nivel de abstracción. Cuando todo esto se pone en marcha sin que nosotros lo notemos, se produce el acercamiento con quienes están a nuestro lado.

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La relación entre la educación emocional y la empatía infantil

De manera general, se puede decir que la empatía se desarrolla próximos a la adolescencia cuando madura la zona del corte prefrontal del cerebro de los niños. No obstante, podemos empezar a trabajar este valor con nuestros hijos en su primera infancia, ya que en esos primeros momentos de su vida se dan los inicios de la empatía.

Precisamente por este motivo es tan importante que ayudes a tus hijos a que sepan qué son las emociones, así como a reconocerlas en uno mismo y en los demás, ese es el primer paso para tener empatía. Ponerse en el lugar de los otros, aunque sea de manera imprecisa, va a ayudar a que se creen las conexiones en el cerebro de los niños de las que hablábamos antes.

Dentro de la educación emocional, la empatía tiene un lugar especial. Y es que antes de empatizar con alguien es necesario reconocer las propias emociones. Si tu hijo no sabe poner nombre a lo que siente, difícilmente podrá detectar qué está sintiendo una persona cercana.

Entre la empatía y las emociones hay una relación muy estrecha a nivel mental y emocional. Tanto es así que la empatía se describe como un valor básico o incluso prioritario a la hora de desarrollar la inteligencia emocional de niños y niñas.

Cómo fomentar y desarrollar la empatía de tus hijos

¿Y cómo puedes, como padre o maestro, fomentar la empatía en los hijos desde su más tierna infancia?

- Según varios estudios, tan solo el 10 por ciento de nuestra capacidad para empatizar viene determinada por la genética. No obstante, lo que sí tiene mucho es el ejemplo que les das a tus hijos. Si ellos ven que pones en práctica este valor, lo irán desarrollando de manera adecuada.

- Trabaja con tus hijos la gestión de las emociones para que sepan ponerles nombre y hablar de ellas de manera totalmente natural.

- Las situaciones cotidianas también son fuente de aprendizaje. Por ejemplo, comenta con tu hijo cómo se ha sentido cuando ha reñido con su compañero de escuela y cómo cree que se ha sentido su él.

- Para los más pequeños puedes recortar caritas con distintas emociones y colocarlas en un lugar visible de la casa. Así podrán reconocerlas e identificarse con cada una de ellas en distintos momentos del día. No te pierdas los diferentes recursos educativos que tenemos en Guía Infantil para trabajar la educación emocional.

- Utilizar cuentos, canciones, juegos, películas o fábulas es otra excelente idea para que los niños vayan, poco a poco, aprendiendo a ser empáticos. Tras la lectura o el visionado de la película comenta con los niños qué les ha parecido y con qué personaje se identifican. Incluso puedes organizar en casa un pequeño teatrillo y representar alguna escena.

- Plantea situaciones hipotéticas y permite que los niños reflexionen y comenten con libertad. Es una forma de fomentar, además, el pensamiento crítico. Por ejemplo: Marta se ha dejado olvidado en el parque su juguete favorito. En cuanto se ha dado cuenta ha ido a buscarlo con su madre, pero ya no estaba. ¿Cómo crees que se siente Marta? ¿Qué puede hacer para que se sienta mejor? ¿Alguna vez has perdido algo que para ti era importante?

Cómo funciona la empatía en el cerebro de los niños

Recuerda que la empatía se adquiere con el paso del tiempo y los buenos ejemplos. Cuanto más empático sea un niño o una niña mejor autoestima tendrá y más comprometido socialmente estará. A modo de resumen, estos son algunos de los puntos más importantes a recordar sobre la empatía infantil y su desarrollo a nivel cerebral.

• La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y entender sus emociones. Se desarrolla en la adolescencia cuando madura el cerebro de los niños.
• A nivel cerebral, intervienen las neuronas espejo, el cerebro social y emocional.
• En la primera infancia se dan los inicios de la empatía. Por ello, es importante enseñar a los niños a reconocer emociones, ya que la empatía está relacionada con la educación emocional.
• Se puede fomentar con el ejemplo, situaciones cotidianas, cuentos, canciones, juegos, etc.
• Cuanto más empáticos sean, mejor autoestima y compromiso social tendrán.

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