Cuentos cortos sobre el trabajo y el esfuerzo para niños de primaria

Los cuentos son grandes transmisores de valores para los niños. Por eso, es recomendable leer relatos a los más pequeños, aunque no sepan leer, para inculcarles la importancia de los valores fundamentales en su desarrollo emocional y día a día. Pensando en ello, en Guía Infantil hemos seleccionado los mejores cuentos cortos para los niños que tratan sobre el valor del esfuerzo y del trabajo.

El valor del esfuerzo y del trabajo en cuentos cortos para niños

La perseverancia y el trabajo duro (siempre enfocado desde el respeto y escucha de las necesidades de uno mismo) son valores esenciales sobre los que tenemos que hablar con nuestros hijos. En este sentido, los cuentos y fábulas que podrás leer a continuación les servirán de ejemplo.

Aquí tienes una serie de cuentos cortos que hablan de trabajo, esfuerzo, de la disciplina y perseverancia. No dudes en teatralizar los cuentos y utilizar el ingenio para mantener la atención de tus hijos. Explícales la moraleja de cada cuento para que ellos entiendan lo que significan estos valores. Aprovecha los relatos para fomentar su pensamiento crítico para que sepan apostar por el esfuerzo sin caer en la autoexigencia excesiva.

El trabajo y el esfuerzo son valores básicos en nuestro día a día, puesto que enseñan a los niños a luchar por lo que quieren, sin rendirse ante el obstáculo más pequeño. Los personajes de los anteriores cuentos cortos hablan con su conducta sobre la disciplina y la perseverancia. Pero, ¿por qué es tan importante hablar con los niños sobre el esfuerzo?

Por qué educar en el esfuerzo y la perseverancia a tus hijos

Aunque todos los padres estamos convencidos de la importancia de trabajar estos valores del esfuerzo y la perseverancia junto a nuestros hijos, nunca viene mal repasar, uno a uno, los puntos más relevantes en los que estamos trabajando.

• Habilidades esenciales para el presente y el futuro
  Cuando educamos en el esfuerzo y el trabajo a los niños, les damos las herramientas que necesitan en el presente y futuro para enfrentarse a los retos que aparezcan en su vida.
• Autonomía y responsabilidad
  Los niños serán más responsables, asumirán sus compromisos y serán más independientes en sus tareas y actividades.
• Autoestima y confianza
  Cuando los niños trabajan duro, se sienten orgullosos de sus logros, lo que refuerza su autoestima. ¡Se sienten capaces de todo!
• Adaptabilidad al cambio o resiliencia
  Estos valores permiten a los niños adaptarse mejor a situaciones nuevas, puesto que sienten más confianza en ellos mismos.
• Hábitos de estudio y trabajo
  Traídos al día de hoy de los niños, el esfuerzo enseña a los niños tesón a la hora de estudiar y consiguen desarrollar técnicas más efectivas. Esto mejora su rendimiento académico.
• Colaboración y trabajo en grupo
  Fomentar el valor del esfuerzo muestra a los niños la importancia de colaborar y trabajar en equipo, lo que les será útil en sus relaciones personales y profesionales. Esto les ayudará a prepararse para cuando sean adultos y tengan que trabajar en diferentes equipos.
• Superación de la frustración
  Enseñar a los niños a enfrentarse al fracaso y a seguir esforzándose les ayuda a superar la frustración y a aprender de sus errores.

Enseñar el valor del trabajo a los niños con las tareas del hogar

Aparte de los cuentos, los padres debemos buscar ser un ejemplo a sus hijos. Pero, además, podemos aplicar el valor del trabajo y del esfuerzo con pequeñas e importantes tareas que pueden ser realizadas por los niños, considerando las edades, capacidades y habilidades que tengan. Se puede inculcar estos valores, con sencillos propósitos a llevar a cabo a diario, en el entorno más cercano: nuestra casa:

Aquí van algunos ejemplos que enseñan a los niños a esforzarse y a cumplir con sus responsabilidades. Recuerda que cada niño es un mundo, por lo que debemos buscar aquellos compromisos que se adecúen a cada uno de nuestros hijos, tanto por su edad como por sus gustos o posibilidades.

1. Enseñar a los niños que a cada edad les corresponde una tarea del hogar. Cada pequeño puede tener su propio encargo en casa del que se debe responsabilizar.
2. Recoger y ordenar sus juguetes. Tras una jornada de juegos, deben guardar cada juguete en su lugar.
3. Poner y quitar la mesa para comer. Según la edad del niño, también puede responsabilizarse de colocar en el lavavajillas, fregar...
4. Hacer la cama después de usarla toda la noche.
5. Doblar y guardar la ropa, los calcetines...
6. Llevar y poner la ropa en la lavadora (o, al menos, en el cesto de la ropa sucia)
7. Regar las plantas.
8. Pasar el plumero para quitar el polvo de los muebles.
9. Ayudar con la lista de la compra y pensar en el menú semanal junto a los padres.

Recuerda que para que los niños hagan estas tareas, necesitan de una orientación y tiempo para aprender cómo pueden hacerlas adecuadamente. Paciencia, los niños no nacen sabiéndolo todo. ¡Está aprendiendo!

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