La gratitud de Elisa - Cuento corto para aprender a dar las gracias
Enseña a los niños a agradecer con este cuento infantil. La gratitud debe estar presente en su vida, siempre, en todos los días
- Cuento corto para niños sobre aprender a agradecer - La gratitud de Elisa
- Preguntas de comprensión lectora para los niños sobre este cuento corto
- Cómo educar en el agradecimiento a los niños desde muy pequeños
Con la lectura La gratitud de Elisa, un cuento corto para aprender a dar las gracias, podrás enseñar a tu hijo la importancia de ser agradecido ¡siempre! La gratitud es uno de los valores intrínsecos del ser humano y debe enseñarse siempre desde temprana edad. Por eso, de la mano de Elisa, nuestra pequeña protagonista, tu hijo aprenderá que hasta por la acción más pequeña se debe dar las gracias.
Cuento corto para niños sobre aprender a agradecer - La gratitud de Elisa
Elisa nunca lo hubiera imaginado. Cuando salió del colegio con su madre, al cruzar el paso de cebra, un coche las arrolló. Enseguida se arremolinó mucha gente a su alrededor. Vio horrorizada a su madre en el suelo. Ella estaba bien, solo tenía el susto encima. Las llevaron a las dos al hospital en ambulancia. Según dijeron su madre tenía roto el húmero y contusiones por todo el cuerpo. Ahí, Elisa se enteró que ese hueso estaba en el brazo y lo que suponía no poder hacer muchas cosas.
- ¡Muchas gracias! - se despidió su madre de las enfermeras a los pocos días cuando salió del hospital.
- ¡Gracias, Elisa! - le dijo su madre cuando la niña abrió la puerta para que pudiera pasar.
- ¡Gracias, Manolo! - agradeció también al padre de Elisa cuando recibió su ayuda para acomodarse en el coche de vuelta a casa.
Elisa nunca había oído dar las gracias tantas veces seguidas, y en tan poco espacio de tiempo.
Cuando llegaron a casa tuvieron que ayudar a su madre para desvestirse, y de nuevo les dio las gracias.
A la hora de comer Elisa y su padre pusieron la mesa. Su madre necesitó ayuda para partir el filete, y de nuevo dio las gracias.
La niña cada vez iba siendo más consciente de lo agradecida que estaba su madre con ella, y descubrió lo bien que se sentía ella ayudando a sus padres.
La gratitud se volvió una costumbre en la casa.
- Es difícil hacer las cosas del día a día con un solo brazo y estando tan dolorida No me sé vestir, no puedo asearme, ni hacer la comida. Gracias por tu ayuda, Elisa. - le dijo su madre.
- Yo te ayudaré siempre, mamá. No te preocupes - le dijo Elisa abrazándola. - ¡Gracias, hija! - le contestó agradecida su madre besándola en la mejilla.
Y esos días la palabra gracias fue la más escuchada en casa de la niña. Poco a poco la madre de Elisa se fue recuperando y fue haciendo sus quehaceres habituales.
- ¡Gracias, mamá! - dijo Elisa cuando llegó a casa y vio que su madre había preparado la comida y la mesa estaba puesta.
- ¡Gracias, mamá! - dijo Elisa cuando vio su cama hecha.
- ¡Gracias, papá! - dijo Elisa cuando su padre había planchado su ropa y preparado la cena.
Y Elisa descubrió que dormía muy bien sabiendo que tenía a sus padres con ella, y que sus padres estaban felices por tenerla en sus vidas. Dio gracias por eso.
Preguntas de comprensión lectora para los niños sobre este cuento corto
Hermosa historia, ¿no lo crees? ¡Apostamos a que sí! Ahora es tiempo de hacerle estas preguntas de comprensión lectora a tu hijo, recuerda que se trata de pasar un tiempo agradable con tu pequeño, si no responde a algo o tiene confusión, ¡vuelvan a leer este cuento corto las veces que sean necesarias! Quizá puedas pedirle que ahora él lea todo en voz alta.
- ¿Qué le pasó a Elisa al salir del colegio?
- ¿Cómo se llama el hueso que tenía roto su mamá?
- ¿A quiénes daba gracias la mamá de Elisa?
- ¿Qué se volvió costumbre en la casa de Elisa?
- ¿Qué le prometió Elisa a su mamá?
- ¿Por qué dio gracias Elisa cuando su mamá se recuperó?
¡A divertirse!
Cómo educar en el agradecimiento a los niños desde muy pequeños
Para que tu hijo aprenda a ser agradecido, la gratitud debe enseñarse desde muy temprana edad, aquí unas sugerencias para lograrlo:
- Predica con el ejemplo
Bien dicen que la palabra educa, pero el ejemplo arrastra, así que si tu hijo ve que tú eres agradecida con las demás personas, él te va a imitar. Agradece siempre desde que te levantas y hasta el final del día. Da las gracias a las personas que veas en tu día, por ejemplo, en el banco dar siempre las gracias a los ejecutivos por el servicio. Una sonrisa tampoco está de más. - Define el concepto de agradecer
Si tu hijo es menor de 2 años es lógico que no sepa aún el sentido de dar las gracias, pero sí explícale que es muy importante que lo haga, así fomentas el hábito. Ya cuando tenga poco más de 3 años puedes definir que la gratitud es un sentimiento por el cual deseamos corresponder a alguien que nos ha hecho un favor. - Elijan un momento para dar las gracias
Puede ser al final del día, a la hora de la cena. Si acostumbran a hacer una oración en sus comidas, será el momento ideal para dar gracias por todo lo que vivieron en el día. Pregúntale a tu hijo si está agradecido por algo en particular y cómo hizo para agradecer a alguien en el día. - Darle las gracias a él
Sí, puede ser por ayudarte en algo simple de la casa, como recoger sus juguetes, por ejemplo, o por servirte un vaso de agua. Hacer sentir valorado a tu hijo de esta manera fomentará en él la gratitud y se sentirá mejor consigo mismo. También dale las gracias por no lograr algo, ¿cómo? Si en la escuela sacó una nota baja agradécele por su esfuerzo, eso le animará.
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Bibliografía
- Gonzáles Nunes, J. J., Rodríguez Cortés, M. P. (2003) La gratitud: una cualidad natural. Revista Latinoamericana de Psicopatología Fundamental, vol. VI, núm. 4. Associação Universitária de Pesquisa em Psicopatologia Fundamental (ed.) Brasil, pp. 54-67 Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/2330/233018039005.pdf