Menú semanal para embarazadas. Semana 14 - Controlar la acidez estomacal

Entre algunas de las molestias más comunes del segundo trimestre del embarazo se encuentra la acidez del estómago. Por eso hemos diseñado este menú semanal para embarazadas. Semana 14 para controlar la acidez estomacal. Por ejemplo, evitar los alimentos altos en grasa ayuda a aliviar esta molestia, por ello, a partir de la semana 14 de tu embarazo, debes hacer ciertos ajustes a la hora de comer.

Menú para evitar la acidez estomacal en la semana 14 de embarazo

Alimentos para combatir la acidez estomacal en la semana 14 de gestación

Combatir la acidez estomacal en el embarazo es mucho más sencillo si se incorporan algunos alimentos a la dieta, por ejemplo, aquellos ricos en fibra, como fruta, verduras y granos integrales, para que absorban el ácido estomacal y prevengan el reflujo. Para este propósito las papas, las zanahorias y los plátanos son muy efectivos, así como la leche y el yogur, que pueden neutralizar el ácido.

Por otro lado, el jengibre tiene propiedades antiinflamatorias que pueden aliviar la acidez estomacal en este periodo de gestación. Beber agua de manera regular ayuda a diluir el ácido estomacal y se deben evitar alimentos picantes, cítricos, grasas en exceso y el café, que pueden agravar la acidez. Puedes llevar a cabo estas recomendaciones para intentar mejorar el reflujo y el ardor:

1. Fraccionar la comida cada 2-3 horas y en pequeñas cantidades.
2. Evitar alimentos grasos, muy especiados o ácidos para disminuir las secreciones ácidas que produce el estómago.
3. Evitar la fruta en ayunas y como postre.
4. Evitar los productos integrales o altos en fibra.
5. Evitar bebidas con gas y cafeína
6. No acostarse hasta 1 hora después de haber comido.

¿Qué es la acidez estomacal en la semana 14 de embarazo?

La acidez estomacal, también conocida como reflujo o indigestión, es un problema bastante común durante el embarazo, y comienza alrededor de la semana 14 cuando la mujer entra en el segundo trimestre. Este problema ocurre cuando el ácido estomacal se devuelve por el esófago, el tubo que es el encargado de llevar la comida de la boca al estómago.

A lo largo del embarazo, el cuerpo va produciendo más progesterona, una hormona que tiene como función relajar los músculos lisos, incluyendo el esfínter esofágico inferior, que es el que normalmente mantiene los ácidos del estómago en su lugar. Así que cuando este esfínter se relaja, el ácido puede subir de regreso al esófago, causando una sensación de ardor intenso en el pecho o la garganta.

Además, entre más crece el útero más se presiona el estómago debido a la falta de espacio, lo que puede también empujar el contenido ácido del estómago hacia el esófago. Esto ocasiona que la acidez estomacal se vuelva muy incómoda e incluso puede empeorar cuando la mujer se acuesta o se inclina. Por el embarazo no se pueden suministrar medicamentos o antiácidos, ya que están contraindicados.

Sin embargo, esta molestia puede aliviarse evitando los alimentos que pueden desencadenarla, como los picantes, los grasos o los fritos, además de chocolate y café. También puede ayudar comer comidas más porcionadas, es decir, en cantidades pequeñas y más frecuentes, además de no acostarse inmediatamente después de comer.

Es aconsejable que la embarazada hable con su médico si nota que tiene acidez estomacal frecuente o si el evitar los alimentos mencionados no la alivian. El médico debe evaluar el mejor tratamiento dependiendo del historial de la paciente para poder encontrar lo que mejor se adecue en esta etapa del embarazo. Una mujer en su semana 14 de gestación jamás debe automedicarse.

Las molestias más comunes del segundo trimestre de embarazo

En el segundo trimestre del embarazo, en particular en la semana 14, surgen varias molestias por los cambios físicos y hormonales que está experimentando el cuerpo. Entre ellas se encuentran:

• Acidez estomacal severa. Es cuando se presenta la sensación de ardor en el pecho y la garganta por reflujo del ácido gástrico el cual obstruye las vías respiratorias.
• Congestión nasal y sangrados. Como la sangre fluye más rápidamente para soportar la vida en crecimiento, los tejidos de la nariz se hinchan o sangran.
• Aumento de la micción. Debido a que el útero crece, comienza a ejercer presión sobre la vejiga, lo que aumenta la frecuencia de las ganas de orinar.
• Estreñimiento crónico. Los niveles de progesterona causan una disminución en la velocidad del paso de alimentos a través del sistema digestivo, provocando el estreñimiento.
• Exceso de sensibilidad mamaria. Los pechos están muy sensibles por el aumento de tamaño.
• Dolor de espalda. A medida que el útero crece y el centro de gravedad cambia, es posible que la mujer experimente dolor de espalda.

Cada embarazo es único, por lo que no todas las embarazadas experimentarán las mismas molestias. Sin embargo, si alguno de estos malestares resulta especialmente incómodo o preocupante, se debe consultar al ginecólogo cuanto antes.

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