Asegúrate de que tu hijo sabe lo mucho que lo amas (no basta con decirlo)
Un juego para que tus hijos se sientan queridos (¡y tú también!)
- ¿Tu hijo o hija sabe lo mucho que lo amas?
- El gran poder del amor en la educación y crianza de los niños
- Ejercicio para que los niños se sientan amados
- Regala gestos de amor a tu familia
'No basta amar a los niños, es preciso que ellos se den cuenta de que son amados'. Esta frase de San Juan Bosco describe muy bien sobre lo que vamos a hablar a continuación. Porque muchas veces damos por hecho que queremos mucho a nuestros hijos y nuestra pareja, pero se nos olvida decirlo y demostrarlo. Por ello, te propongo un ejercicio que te ayudará a asegurarte de que tu hijo o hija sabe lo mucho que lo o la amas.
¿Tu hijo o hija sabe lo mucho que lo amas?
La maternidad y la paternidad, en ocasiones, pueden volverse etapas muy duras en nuestra vida. Familias numerosas, familias que crían de forma monoparental o, por ejemplo, cuando las edades de nuestros hijos son dispares y requieren de un extra de paciencia y atención, ya que cada uno necesita lo que su edad y momento de vida requieren.
Esta etapa de crianza y acompañamiento nunca acaba: pasamos de la etapa de los pañales a los algoritmos de la escuela casi sin darnos cuenta y rápidamente se han independizado y tienen sus propios proyectos de vida. La madre y el padre, si es que así se elige, siempre estaremos presentes en la vida de nuestros hijos e hijas, apoyándoles y acompañándolos y para las personas que buscamos vivir conscientemente es un verdadero regalo de vida.
Amar a nuestros hijos e hijas es una elección propia, es una decisión, es un deseo. Y sí, a cada hijo o hija se le ama de manera distinta, ni más ni menos, simplemente de forma distinta porque ellos también son distintos, con sus cualidades personales y características individuales. Por lo tanto, van a necesitar de nuestro amor también de manera distinta.
El gran poder del amor en la educación y crianza de los niños
Cuando se habla de amar los hijos, de quererlos, hay que tener muy claro qué entendemos por ello y de qué manera queremos honrar ese valor, es decir, cómo se hará presente ese valor en mi rol como madre o como padre.
Afortunadamente hay mucha literatura escrita ya sobre crianza con amor, consciente y con respeto; lo que nuestros antepasados hicieron con su propio sentido común, no decimos que fuera bueno o malo, ya que era el que tenía en ese momento, hoy en día tenemos cantidad de manuales, formaciones, talleres y herramientas que nos ayudan y facilitan en nuestra labor de madres y padres.
AMAR a los hijos e hijas es una premisa fundamental, necesaria y es que 'No basta amar a los niños, es preciso que ellos se den cuenta de que son amados'. Esta magnífica frase de San Juan Bosco, sacerdote italiano conocido como el Santo de la Juventud, ya nos anticipaba esta tarea. Decir a los hijos, decir al alumnado que se le ama, es necesario, pero demostrárselo, más.
Ejercicio para que los niños se sientan amados
Querido docente: ¿has dicho alguna vez a tu alumnado que le amas, que le quieres? ¿Has mirado a los ojos a tu alumno, ese que más te necesita, y le has dicho que le quieres y además se lo has demostrado? Y tú, ¿querido papá o querida mamá?
Os dejo aquí un sencillo e interesante juego que os puede servir para honrar este valor y además para mejorarlo, válido tanto para casa como para el aula. Consiste en decirnos de uno en uno cuándo me siento amada o amado por ti.
Por ejemplo, le puedo decir a mi hija: 'Cariño, me siento amada por ti cuando te ofreces para darme un masaje en las piernas cuando estoy cansada'. De la misma manera yo le diré a mi hija, a mi pareja, al resto de mis hijos, etc. en qué momentos me doy cuenta de que me siento amada por ellos.
Esta verbalización nos ayuda a ser más consciente de ese valor y por lo tanto a honrarlo más. Además, si detectamos que uno de los miembros de la familia no se siente lo suficientemente amado, le podemos preguntar qué necesita para sentirse más amado o amada.
Esta dinámica también se puede hacer en el aula. A veces, hablar de amor a los docentes les cuesta, pero con esta sencilla dinámica, seguro les es más sencillo.
Regala gestos de amor a tu familia
Muchas veces nuestros hijos e hijas desconocen nuestras manifestaciones de amor... y es bueno que lo sepan, ser generosos en esas palabras. Como decía antes, es fundamental decirles 'te quiero' y además explicarles cuáles son nuestros gestos de amor, los de verdad.
Para mí unos de los mayores gestos de amor a nuestros hijos e hijas, es la atención plena a su ser; que vean que cuando les estamos atendiendo, hemos dejado a un lado el móvil y otras distracciones para mirarles y estar en entrega a ellos y ellas.
Os animo a que practiquéis esos gestos de amor con los niños y que ellos sepan que son gestos de amor.
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