Cómo curar una herida en los niños por un corte, caída o quemadura
Consejos sobre cómo tratar las heridas con sangre para evitar que se lleguen a infectar
- Cómo curar heridas en niños por una caída, corte o quemadura
- Cómo limpiar una herida con sangre para que no se infecte
- ¿Cuándo se recomienda tapar la herida con un apósito?
- Paso a paso para tratar una quemadura de los niños
¿Sabes cómo curar una herida a tu hijo para que no se infecte? ¿Cómo saber que una pupa o raspón se ha infectado? ¿Es mejor dejarla al aire o taparla con apósito o tirita? Vega Orozco, experta en Primeros Auxilios del Departamento de Salud y Socorros de Cruz Roja, nos enseña a tratar una herida en los niños, paso a paso, que puede ser provocada por un corte, una quemadura o una caída.
Cómo curar heridas en niños por una caída, corte o quemadura
Saber curar la herida de un niño es importante para que no se infecte. Por eso, además de tener listo nuestro botiquín de primeros auxilios (con niños en casa nunca se sabe lo que pueda pasar) debemos saber cómo actuar en el caso de que el niño presente una hemorragia por una caída o corte, una quemadura o un golpe.
Ante un accidente doméstico que haya provocado una lesión o herida en los niños, lo más importante es mantener la calma y reaccionar de acuerdo a la gravedad del caso. No dudes en acudir a urgencias si consideras que la herida es lo suficientemente grave o profunda. En caso de que sea un corto o quemadura pequeña, podrás curar a tu hijo con el botiquín que tengas en casa. Ante cualquier preocupación, no dudes en preguntarle a tu enfermero o pediatra.
Las heridas más comunes en niños son en las extremidades: brazos y piernas, en especial en la zona de las rodillas. También son frecuentes las heridas en la cara ya que muchas veces corren, tropiezan y no tienen tiempo o reflejos suficientes para poner las manos y evitar el golpe en el rostro. Por ello, también son habituales los moretones o hematomas.
Cómo limpiar una herida con sangre para que no se infecte
Cuando vemos que el niño se cae o se corta, es decir, presenta una herida que sangra, lo primero de todo es actuar desde la calma. Si nosotros nos ponemos nerviosos, él lo notará y se asustará mucho más. Piénsalo de esta forma: la mayoría de las heridas que se hacen los niños en la infancia son superficiales, sin mayor importancia y fáciles de atender por nosotros mismos.
Para empezar, hay que desinfectar la herida con agua a chorro y un poco de jabón. Una vez la herida está limpia, secamos con una toalla o gasa limpia y pasamos a poner el desinfectante o antiséptico que tengamos en casa, siempre del borde interno al externo para que toda la posible suciedad que haya podido quedar salga y no penetren en la herida. Damos con delicadeza unos toques con la gasa para quitar el exceso del desinfectante que hemos puesto.
Esto para la cura, en cuanto al mantenimiento de la herida, repetiremos los mismos pasos que acabamos de ver: lavar con agua y jabón, secar y poner el desinfectante para evitar la aparición de gérmenes o bacterias.
¿Cuándo se recomienda tapar la herida con un apósito?
Las heridas comunes por corte, caída o golpe pueden permanecer sin tapar para que se terminen de curar. No obstante, en el supuesto de que la herida vaya a permanecer en el exterior, lo ideal es cubrirla con una tirita, pequeña venda o un apósito específico que tengamos en casa, así lograremos que esté siempre seca.
Puedes usar la tirita que ya tenga en casa, pero si justo tienes que ir a comprar una caja a la farmacia, te recomendamos que optes por las que se pueden cortar, de este modo podrás recortar la tirita en la forma y el tamaño que necesites para cubrir la herida de tu hijo.
Si la herida que se ha hecho esta vez tu niño es un poco más grande, necesitarás de otra sujeción. En este caso, usa una gasa estéril y una venda para tapar, sin apretar mucho para que no le haga daño, toda la superficie de la piel dañada. Tapa con la venda como formando una X, es la mejor forma de que no se descoloque con el movimiento del niño, ahora solo tienes que poner un poco de esparadrapo (cinta adhesiva apta para la piel) para sujetar la venda.
[Leer +: Los puntos de sutura en los niños]
Paso a paso para tratar una quemadura de los niños
Las quemaduras más comunes en niños están causadas por líquidos: aceite que salta, agua hirviendo. Y también por sólidos: cuando el niño pone la mano sobre la vitrocerámica o la plancha de la ropa.
Para tratar quemaduras superficiales de primer grado hay que lavar a chorro la herida durante un rato. Una vez que se ha bajado la temperatura, se debe hidratar las quemaduras con una crema hidratante hipoalérgica. El aloe vera también puede ayudar a aliviar la quemazón. Al cabo de una semana la quemadura ya debería tener mucho mejor aspecto.
En el caso de quemaduras de segundo grado, la piel presenta ampollas. De nuevo, lo inmediato es enfriar la zona tendiendo especial cuidado de no explotar las ampollas ya que sería una puerta abierta a una infección, para ello, abre el grifo a chorro de modo que el agua llegue a la piel afectada de lado y no directamente sobre la ampolla.
Después, trata la quemadura como una herida convencional: limpieza a fondo con agua, desinfección y cubrimiento con un apósito igual que hemos indicado antes con las heridas o cortes. Es normal que los primeros días duela un poco o cause algunas leves molestias, pero al tercer o cuarto día ya debería estar mucho mejor.
Si observas que la quemadura ha alcanzado capas de la piel más profundas deberás acudir con el enfermero para sea él quién realice la cura.
Locución y edición de vídeo: Marisol Nuevo y Ainhoa Ferragud
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