El orden de caída de los dientes de leche en los niños

La caída de los primeros dientes suele comenzar alrededor de los cinco o seis años, cuando empieza un largo proceso, por lo que el orden de caída de los dientes de leche en los niños comienza con la renovación de dientes hasta lograr la dentadura definitiva.

El momento de exfoliación o caída de cada diente de leche, que son 20 piezas en total, es aproximado, ya que puede haber variaciones debido a la genética, alimentación u otros motivos. Los dientes inferiores, que probablemente fueron los primeros en aparecer, también suelen ser los primeros en caer. Sigue leyendo para saber cómo es este proceso y qué puedes hacer cuando empiezan a moverse los dientes.

Cuál es el orden de caída de los dientes de los niños

Para saber exactamente el orden de caída de los dientes de los niños, hemos elaborado un esquema que te puede servir de guía para que conozcas cuándo suelen caer los dientes de leche o temporales y cuándo serán reemplazados por dientes más grandes y fuertes, conocidos como dientes permanentes o definitivos. Será también el momento de recordar el cuento de Ratoncito Pérez para que los niños sientan ilusión por la pérdida de un diente y el nacimiento de otro.

¿Cómo salen los dientes definitivos a los niños?

Los dientes tienen un orden tanto para caerse como para brotar, aunque es importante mencionar que esto varía en cada niño, sin embargo, suele ser muy parecido lo que les sucede a unos y otros. Por lo regular la caída empieza a los 6 años aproximadamente y el brote es precisamente porque la nueva pieza ha 'empujado' al otro. Aquí explicamos cómo es ese brote según el diente:

• Antes que los incisivos, caninos y premolares permanentes puedan tomar su posición, deben caerse los dientes temporales. Esto se consigue por un proceso llamado reabsorción o rizolisis de las raíces primarias. El diente permanente dentro de su folículo intenta forzar su paso hacia la posición de su predecesor. La presión ejercida contra la raíz del diente temporal causa reabsorción de esa raíz, que continúa hasta que el diente de leche haya perdido sujeción, se mueva y finalmente caiga.
• Hay múltiples factores, aún están en investigación, que pueden influir en el proceso de reabsorción fisiológica de los dientes temporales: la presión de la erupción del diente permanente, el trauma mecánico-oclusal y el proceso inflamatorio.
• Dientes sucedáneos. Se les llama así a las piezas dentales permanentes que tomarán el lugar de un diente de leche, estos son: los incisivos, los caninos y los premolares. Los folículos de los dientes permanentes se forman dentro del hueso por debajo de la encía, con una relación muy íntima a las raíces de los dientes de leche (a tan solo 3 mm de distancia entre ellos), se ubican por detrás de los dientes de leche empujándolos y así promoviendo la reabsorción de la raíz primaria.
• Molares permanentes. Las muelas de los seis años son una pieza fundamental y pilar de la mordida, considerados como piedras angulares de los arcos dentales, establecerán el centro del maxilar del adulto. Este primer molar definitivo va a salir por detrás de las últimas muelas de leche. Estas muelas no sustituyen a ninguna otra, sino que ocupan el espacio libre que hay detrás de los segundos molares de leche, que aún no han caído, y conviven con ellas durante algunos años. Suelen aparecer primero las de abajo y luego las de arriba.

También puede suceder que los dientes de leche no se caigan por sí mismos, al no reabsorberse la raíz generando una retención prolongada del diente temporal, en caso de que este suceso se presente es conveniente programar una cita con el odontopediatra. Usualmente se opta por la extracción, claro, primero se deben hacer una serie de estudios como una radiografía y después ver qué tratamiento seguir.

Qué hacer si notamos que un diente de leche ha empezado a moverse

El proceso que atraviesa un diente de leche para caerse puede resultar largo, en un proceso en el que intervienen procesos de reabsorción y aposición ósea.

Cuando el diente está muy suelto y se mueve tanto que molesta al niño para hablar o comer, podemos permitir que se lo quite él mismo. Si al movérselo, no le duele, es que está bien suelto. Pero, si notas que aún está detenido de alguna parte que le molesta a tu hijo, llévalo . Lo ideal será que no intentes arrancarlo o moverlo demasiado. Deja que el diente se caiga naturalmente.

Cuando el diente de leche está muy suelto y se mueve debemos fomentar que el niño mueva el diente con la lengua y las manos limpias para que se lo quite él mismo. Si el diente de leche tarda mucho en caer… tanto tiempo que aparece por delante o por detrás el diente permanente debes llevar a tu hijo al dentista, para evitar una malposición de ese diente sucesor y por lo tanto una maloclusión. Es importante asegurarse de que el diente flojo se mantenga limpio y libre de bacterias. Debes ayudar a tu hijo a cepillar la zona del diente que se mueve suavemente.

Si el diente flojo está causando dolor o incomodidad, acude al odontopediatra, no es recomendable automedicarle un analgésico, lo ideal es que el propio dentista determine qué puede tomar. Eso sí, asegúrate de celebrar este momento emocionante con tu hijo. La caída de los dientes de leche (y más si es el pimero) es muy importante en el crecimiento de los niños, así que asegúrate de tomar muchas fotos y recordar este momento para siempre.

Por qué se caen los dientes de leche en ese orden y cómo se posicionan los definitivos

La caída de los dientes de leche se produce cuando el diente permanente, que está bajo la encía, empieza a presionar el diente de leche y fomenta la reabsorción de la raíz del diente temporal, pierde soporte y va aflojándose poco a poco. Los dientes se caen dejando un hueco por donde aparece el diente nuevo y al poco tiempo se observarán los dientes definitivos despuntando en la encía. 

Los dientes permanentes que van saliendo son más grandes que los de leche, por lo que la separación que estos tenían entre sí desaparece cuando caen. Los dientes nuevos, al ser de mayor tamaño que los de leche, no siempre están bien posicionados o no tienen espacio suficiente para colocarse correctamente y salen 'por donde pueden'.

En general, en el transcurso del cambio de dentadura algunos dientes pueden salir torcidos, pero cuando se desarrolla el hueso maxilofacial y se completa se van alineando un poco por sí solos. Sin embargo, cuando la alineación dental no es buena, el diente definitivo erupciona al lado del diente de leche y no debajo de él, sin desgastar su raíz.

Entonces, aparecerán en la boca los dos, formando una doble fila de dientes. Esto es más frecuente en los incisivos y es recomendable informar al odontólogo para anticipar la caída del diente de leche, ya que cuando el definitivo encuentre su hueco se desplazará ocupando el lugar vacío.

La caída de los dientes de leche es un proceso normal en el crecimiento de los niños. Es importante asegurarse de cuidar bien sus dientes para garantizar que los permanentes crezcan sanos y fuertes. Y recuerda que este proceso puede tardar varios años, ya que los dientes de leche se caen de forma gradual.

7 consejos para cuando es necesario llevar al niño al dentista

Es importante llevar a tu hijo al odontopediatra regularmente para asegurarte de que su salud dental esté en óptimas condiciones. Aquí te damos algunos consejos para que la visita al dentista sea lo más exitosa y cómoda posible para tu hijo.

1. Escoge un odontopediatra especializado. Los dentistas especializados en pediatría tienen experiencia en tratar con niños y saben cómo hacer que se sientan cómodos y seguros, especialmente si se ponen nerviosos.
2. Habla con tu hijo sobre la visita al dentista. Explícale qué esperar y trata de responder a todas sus preguntas para reducir su ansiedad. No le mientas diciéndole que 'no pasa nada'.
3. Lleva a tu hijo a una cita de rutina antes de que tenga un problema dental. Las visitas regulares al dentista pueden ayudar a prevenir problemas futuros y familiarizar a tu hijo con el proceso.
4. Considera programar la cita a una hora del día en la que tu hijo se sienta más cómodo. Si tu hijo es más enérgico y feliz por las mañanas, programa la cita temprano en el día.
5. Haz que la visita al dentista sea divertida. Trae algún juguete o libro favorito para tu hijo y haz que la visita sea una experiencia positiva.
6. Prepárate para la visita. Lleva los registros médicos y los estudios que le hayan hecho a tu hijo, como radiografías panorámicas o modelos en yeso para asegurarte de que todo esté en orden.
7. Sé un buen ejemplo para tu hijo. Si tú muestras una actitud positiva hacia la visita al dentista, tu hijo es más probable que siga tu ejemplo, al contrario, si te nota tensa creerá que algo malo pasará. Evita palabras agresivas como podría ser: pinchar, aguja, sangre, dolor, etc.

Llevar al niño al odontopediatra de manera regular es igual de importante que sus visitas mensuales con su pediatra, sobre todo para mantener una buena salud dental.

¡Adiós miedo! Actividades para niños ante la caída de los dientes de leche

Es común que los niños sientan temor cuando se caen sus dientes de leche porque eso significa la obligada visita al dentista, pero existen juegos y actividades que pueden ser de mucha ayuda para que esta experiencia sea mucho más agradable y menos estresante. Aquí te dejamos algunas propuestas de juegos para niños para antes de ir al dentista:

• Jugar a ser dentistas: antes de la visita al odontopediatra, puedes jugar con tu hijo a ser dentistas en casa. Pueden usar cepillos de dientes y muñecos para practicar la técnica de cepillado, la revisión de dientes, etc.
• Lectura de cuentos: puedes leer cuentos sobre visitas al dentista que tengan un enfoque positivo y divertido, esto puede ayudar a que el niño se sienta más relajado.
• Jugar con instrumentos dentales: algunos odontopediatras permiten que los niños manipulen algunos de los instrumentos que se utilizan en la consulta dental, como los espejos o el aspirador, esto puede hacer que se sientan más familiarizados con el entorno.
• Canciones divertidas: cantar canciones divertidas y relacionadas con la higiene bucal puede ser una forma entretenida de ir al dentista.
• Juegos de rol: pueden hacerse juegos de rol en los que el niño se imagine que es el dentista y revise los dientes de sus muñecos o de sus padres.
• Premios por buena conducta: recompensar al niño por su buena conducta en la consulta dental puede ayudar a crear un ambiente positivo.

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