Cómo evitar el contagio de salmonella en niños

Consejos a seguir para prevenir el contagio por salmonelosis

Carlota Reviriego, Nutricionista
En este artículo
  1. Consejos para evitar el contagio de salmonella en niños 

La salmonelosis es una toxiinfección alimentaria causada por la ingestión de alimentos o bebidas contaminados con Salmonella. Esta bacteria se encuentra de forma natural en el medio ambiente, y también en las heces de animales y humanos, por tanto puede estar presente en frutas y verduras de forma natural, ya que éstos están en contacto con la tierra.

Consejos para evitar el contagio de salmonella en niños 

cómo prevenir el contagio de salmonella en niños

Los síntomas de la salmonelosis aparecen aproximadamente entre 8 y 72 horas tras la ingestión del alimento contaminado. Estos síntomas incluyen náuseas y vómitos, dolor abdominal, diarrea incluso con sangre en las heces, dolor de cabeza y fiebre, y pueden ser fácilmente confundidos con una gastroenteritis. Los niños y las embarazadas suelen presentar síntomas más graves, por lo que conviene que extremen al máximo las precauciones, sobre todo en verano, ya que las altas temperaturas favorecen el crecimiento de Salmonella.

- Un correcto lavado y/o cocinado de los alimentos de origen vegetal es la mejor manera para evitar que la Salmonella sea ingerida.

- A la hora de comprar alimentos frescos conviene extremar precauciones con carnes y pescados, eligiendo aquellos que estén bien refrigerados o congelados si es el caso, y rechazando los que no estén bien etiquetados.

- Los huevos y sus derivados son otros de las fuentes más probables de Salmonella. En este caso hay que evitar consumir huevos poco cocinados o crudos, bien sea en salsas como la mayonesa, o en helados. Los helados de crema, que suelen ser los preferidos de los padres frente a los llamados de hielo o polos, suelen llevar huevo en su composición. Normalmente, teniendo en cuenta las precauciones que ya se toman en la industria alimentaria, estos helados deberían ser seguros siempre que respete y mantenga en todo momento la cadena del frío, es decir, no se supere la temperatura de congelación y el helado sufra descongelaciones y recongelaciones. Del mismo modo, si son helados caseros, respetar la cadena del frío suele mantener la Salmonella a raya. Asimismo, los productos de bollería que llevan cremas y natas en su composición deben consumirse con precaución si no se mantienen refrigerados hasta el momento de la compra.

- Las carnes de ave, pueden también ser fuente de Salmonella. De nuevo, el cocinado por encima de 60°C asegura su eliminación.

- La leche, otra posible fuente de Salmonella, no debe consumirse cruda, y los derivados lácteos, como quesos elaborados con leche cruda, deben evitarse durante el embarazo y tomarse con mucha precaución en la infancia. En este caso no sólo es peligrosa la presencia de Salmonella, sino de otros patógenos alimentarios como Listeria monocytogenes.

- Al cocinar los alimentos, nunca deben ponerse en contacto los alimentos crudos y los ya cocinados, para evitar contaminaciones cruzadas. Los alimentos cocinados y sobras de comida deben mantenerse refrigerados hasta su consumo, preferiblemente en recipientes cerrados, y lo mismo se recomienda para bollería, salsas o postres que sean susceptibles (que lleven huevo o leche crudos en su composición). En este caso no deberían consumirse pasadas 24h.

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