Torrijas: un dulce que favorece a la lactancia y a la salud de los niños

Aunque las torrijas, un dulce popular y muy tradicional en algunas celebraciones del año, sean conocidas por su rico sabor y textura, también son muy beneficiosas en la dieta de los niños y las embarazadas. Cuentan las abuelas que era el postre recomendado en el siglo XV para la recuperación de las mujeres durante el posparto así como para aumentar la producción de leche materna. También es considerado un alimento nutritivo y necesario para los niños. Descubre más curiosidades sobre este postre de Semana Santa, así como su historia.

Secretos, curiosidades e historia sobre las torrijas

Dos de los ingredientes principales de las torrijas, la miel y los huevos, ambos alimentos de un alto valor biológico por su aporte de vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales, servían para reponer a las madres que acababan de dar a luz y garantizarles los nutrientes necesarios para la producción de leche materna para su bebé.

Además, como se decía, los niños vienen con un pan debajo del brazo, aquí se utilizaba para hacer torrijas. Quizás por este motivo, la tradición popular siempre las ha considerado un alimento muy nutritivo y necesario para los niños en edad de crecimiento.

La historia de las torrijas se remontan a la Edad Media. Surgieron como forma de aprovechar el pan sobrante. Para que no se desperdiciara, fue transformado en un dulce reconfortante y energético. Su asociación con la Semana Santa podría deberse a la necesidad de consumir alimentos ricos y sustanciosos que ayudaran a soportar el ayuno y las largas horas de las procesiones religiosas.

La tradición de servirse en Semana Santa y durante la abstinencia de la Cuaresma es debido a que su consumo mantiene el estómago lleno y su poder saciante evita comer otros alimentos como la carne, que no se podía comer. Y es que las torrijas, por su aspecto, también engañan un poco al subconsciente porque emulan un pedazo de carne, que durante la Cuaresma está prohibido comer, según la tradición católica.

Las primeras y más tradicionales recetas de torrijas

Las primeras recetas que aparecen en libros de cocina datan del año 1607 y a comienzos del siglo XX estaban presentes en las barras de todos los bares y se servían acompañadas de chatos de vino.

Las torrijas más tradicionales consisten en rebanadas de pan (generalmente de días anteriores) que se empapan en leche o vino, se rebozan en huevo, se fríen en una sartén con aceite y finalmente se espolvorean con azúcar y canela. Muchas familias optan por aromatizarlas con algún licor (sin alcohol), endulzarlas con miel o almíbar. Las torrijas de Semana Santa son el dulce más esperado de todo el año en muchos hogares.

En mi casa, se empiezan a preparar el fin de semana anterior a los días Santos. Mi abuela las hacía riquísimas con vino moscatel, y mi madre y yo hemos heredado su exquisita receta, aunque mis preferidas son las de leche. Aún recuerdo su imagen en la cocina, friendo torrijas, mientras charlaba con nosotras y nos contaba el secreto de su arte culinario.

Recuerdo que un truco que usaba mi abuela para no se produzca demasiada espuma al freírlas es echar en la sartén un clavo metálico, que previamente había sumergido en alcohol para eliminar cualquier germen o bacteria.

Su sabor especial consistía, sin duda, en el amor y en el cariño con el que nos preparaba este dulce manjar, que estaba lleno de pequeños secretos. Uno de ellos era la cáscara de naranja con la que aromatizaba la leche y otro la mezcla de canela en polvo y azúcar a partes iguales que usaba en el rebozado final.

Si mi abuela viviera ahora, me encantaría mostrarle las variedades vegetarianas que sustituyen la leche de vaca por la de soja y los huevos por harinas de garbanzo, soja y otras leguminosas. Seguro que se sorprendería. Aunque puedes estar tranquila abuela, para mi las tuyas siguen siendo las mejores.

Qué aportan las torrijas para las mujeres tras el parto y a los niños

Las torrijas son una buena fuente de energía para las mujeres que acaban de parir por su contenido en carbohidratos. Tras el parto, la mujer necesita recuperarse y para ello debe consumir alimentos energéticos. Por ello, la torrija puede traerle muchos beneficios no solo para la recuperación de su cuerpo como también para la producción de leche materna. Conoce qué aportan las torrijas en el posparto:

• Son gran fuente de energía
• Estimulan la producción de leche materna
• Ayuda en la recuperación de la mujer tras el parto
• Poseen nutrientes esenciales

El consumo de las torrijas también es muy beneficioso para el desarrollo y crecimiento de los niños. Sigue algunas beneficios:

• Contribuyen al aporte de calcio tan necesario para el desarrollo óseo de los niños
• Aumentan el contenido de hierro en la dieta de los niños, evitando así la anemia.
• Ofrecen energía sostenida a los niños gracias a su combinación de carbohidratos, proteínas y grasas

Tips para hacer torrijas más saludables para toda la familia

Aunque las torrijas son un dulce y, como tal, deben ser consumidas con moderación, existen algunas versiones que pueden convertirlas más saludables para todos. Aquí tienes algunas ideas y alternativas que puedes considerar para hacer con que las torrijas sean más sanas y aporten aún más beneficios en la dieta de todos.

• Aumenta el contenido de fibra de la torrija utilizando pan integral en tu receta
• Puedes usar alternativas a la leche de vaca como leche de origen vegetal (de avena, de soja o de almendras...)
• Disminuye la cantidad de azúcar usando opciones como la miel o el sirope
• Elige aceites como el de coco o de oliva para freír las torrijas. Son más saludables, pero en cantidades moderadas.

Una torrija de unos 200 gramos puede aportar unas 500 o más calorías. Dependerá mucho de los ingredientes que utilices. Por ello, es recomendable incluir estos dulces dentro de una dieta equilibrada y adaptar sus ingredientes a las necesidades específicas de cada etapa de la vida, especialmente durante el posparto y el crecimiento infantil.

Deliciosas y saludables recetas de torrijas para la familia

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