La autoestima y los niños
¿Cómo podemos los padres ayudar a nuestros hijos a que tengan una buena autoestima?
- Qué es la autoestima en los niños y en las niñas
- La autoestima marca el desarrollo del niño
- El papel de los padres en la autoestima infantil
- Consejos prácticos para ayudar a los hijos a tener buena autoestima
- Cuentos y juegos para mejorar la confianza y seguridad en uno mismo
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La autoestima es un tema de psicología que despierta a cada día más interés en materia de educación por parte de madres y padres. Constituye una preocupación presente en muchas casas y forma parte de las conversaciones entre los miembros de la familia. Y es que la autoestima de los niños adquiere cada vez más protagonismo en problemas como la depresión, la anorexia, la timidez o el abuso de drogas. No podemos olvidar que es uno de los pilares más fundamentales para el buen desarrollo afectivo y motivacional de nuestros hijos.
Qué es la autoestima en los niños y en las niñas
La autoestima es la conciencia de una persona de su propio valor, el punto más alto de lo que somos y de nuestras responsabilidades, con determinados aspectos buenos y otros mejorables, y la sensación gratificante de querernos y aceptarnos como somos por nosotros mismos y hacia nuestras relaciones. Y por supuesto, todo esto hace que seamos más felices y podamos relacionarnos con la gente de nuestro alrededor de una forma más agradable y asertiva.
Trabajar con nuestros hijos su autoestima resulta muy importante. Tal y como señala el estudio 'Autoconcepto, Autoestima y aprendizaje escolar' para la revista Piscothema (escrito por Julio A. González-Pienda, J. Carlos Núñez Pérez, Soledad Glez-Pumariega y Marta S. García García de la Universidad de Oviedo, España), el autoconcepto que los niños tienen de ellos mismos tiene un gran peso en la manera en la que regulan todo lo relacionado con el campo de lo cognitivo y motivacional. Es decir, la autoestima también afecta de una manera directa al aprendizaje niños y, como se añade en esta investigación, a su rendimiento académico.
El concepto que tenemos de nosotros mismos es nuestro espejo real, que nos enseña cómo somos, qué habilidades tenemos y cómo nos desarrollamos a través de nuestras experiencias y expectativas. Es el resultado de la relación entre el carácter del niño y el ambiente en el que este se desarrolla.
La autoestima marca el desarrollo del niño
La autoestima es un elemento básico en la formación personal de los niños. De su grado de autoestima dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones, en las actividades, y por qué no decirlo, en la construcción de la felicidad.
Cuando un niño adquiere una buena autoestima se siente competente, seguro, y valioso. Entiende que es importante aprender y no se siente disminuido cuando necesita de ayuda. Será responsable, se comunicará con fluidez, y se relacionará con los demás de una forma adecuada.
Al contrario, el niño con una baja autoestima no confiará en sus propias posibilidades ni en las de los demás. Se sentirá inferior frente a otras personas y, por lo tanto, se comportará de una forma más tímida, más crítica y con escasa creatividad, lo que en algunos casos le podrá llevar a desarrollar conductas agresivas y a alejarse de sus compañeros y familiares.
El papel de los padres en la autoestima infantil
Algunos expertos afirman que una baja autoestima puede conducir a los niños hacia problemas de depresión, anorexia o consumo de drogas, mientras que una buena autoestima puede hacer que una persona tenga confianza en sus capacidades, no se deje manipular por los demás, sea más sensible a las necesidades del otro y, entre otras cosas, esté dispuesto a defender sus principios y valores.
En este sentido, sería recomendable que los padres se preocupasen tanto por mantener una buena salud física en sus hijos, como por fomentar su estabilidad y salud emocional.
La autoestima es una pieza fundamental en la construcción de los pilares de la infancia y adolescencia. La autoestima no es una asignatura que se aprenda en el colegio. Se construye diariamente en a través de las relaciones personales de aceptación y confianza.
El lado emocional de los niños jamás debe ser ignorado por los padres y profesores. Hay que estar atentos a los cambios de humor de los niños y a sus altibajos emocionales. Desde el nacimiento a la adolescencia, por su vulnerabilidad y flexibilidad, los niños deben encontrar seguridad y afecto en las personas que les rodean y los padres pueden hacer mucho por mejorar la autoestima de su hijo.
Todo lo que se consigue en este periodo de desarrollo y crecimiento físico, intelectual y emocional puede sellar su conducta y su postura hacia la vida en la edad adulta.
Consejos prácticos para ayudar a los hijos a tener buena autoestima
Dada la importancia de fomentar la buena autoestima en los niños, a continuación te proponemos una serie de consejos básicos que pueden ser de gran ayuda a todos los padres que estén tratando de reforzar el autoconcepto y felicidad de sus hijos.
1. Vigila la forma en la que hablas a tus hijos, tanto el tono como las palabras que utilizas. Algunas frases pueden resultar devastadoras para los más pequeños (pues invalidan sus emociones o les transmiten un mensaje negativo de forma inconsciente). Sin embargo, nuestro lenguaje también tiene el poder de empoderar a los niños y hacerles sentir más fuertes y capaces.
2. También es importante dedicar a nuestros hijos frases que les motiven. Cuando un niño está motivado, se atreve a perseguir sus sueños, a superar los problemas que se encuentra, a seguir aprendiendo siempre con una sonrisa... Recuerda 'Tú puedes' son dos palabras mágicas para todos los niños.
3. Deja que tus hijos tengan responsabilidades y tareas y deja que ellos mismos se encarguen de ellas (aunque no hagan la cama tan bien como te gustaría ni recojan los juguetes a la perfección). Cuando los niños se sienten útiles y sienten la satisfacción del trabajo bien hecho, se valoran más. Además, es una buena forma de fomentar la autonomía desde la infancia.
4. Nunca compares a tus hijos entre ellos, ni con otros niños. El refrán popular dice que las comparaciones son odiosas... ¡y tiene toda la razón! Jamás podemos olvidar que cada niño tiene sus propias cualidades y ritmos. Por supuesto, las críticas o humillaciones en público también están contraindicadas.
5. Evita sobreproteger a los niños. En su lugar, deja que se enfrenten a los problemas que les surjan y dales las herramientas para que sepan solucionar los conflictos. Esto les puede llevar a cometer ciertos errores, pero pueden aprender mucho de las equivocaciones.
6. Ama a tu hijo y házselo saber; apoya a tu hijo y házselo saber; respeta a tu hijo y házselo saber. Para que los niños tengan una buena autoestima, deben crecer en un entorno cariñoso y seguro. En este contexto, los límites y las normas son esenciales, ya que aportan estabilidad y seguridad a los pequeños. Sin embargo, estos siempre deben establecerse desde la amabilidad, respeto y firmeza.
7. Habla con los niños sobre las emociones y construye en casa un clima seguro y de diálogo que les anime a contar cómo se sienten. No tengas miedo en hacerles preguntas sobre qué sienten (incluso en qué parte del cuerpo sienten esa emoción). De esta forma, iremos sensibilizándoles y haciéndoles comprender que no tiene nada de malo hablar de nuestras emociones.
La educación emocional resulta esencial para que los niños aprendan desde que son muy pequeños a identificar y poner nombre a sus emociones.
Cuentos y juegos para mejorar la confianza y seguridad en uno mismo
Además de efectuar ciertos cambios en nuestra forma de relacionarnos con los niños, tal y como te acabamos de exponer, los padres también tenemos a nuestra disposición diferentes recursos educativos que nos ayudan a fomentar la autoestima en nuestros hijos.
Existen distintos cuentos y juegos con los que los niños pueden comprender qué significa la palabra 'autoestima', pero también pueden reflexionar sobre si ellos mismos tienen un buen autoconcepto o pueden ver ejemplificados en los personajes de las historias comportamientos y actitudes deseables o reprobables.
Las posibilidades son casi infinitas y siempre debemos adaptarlas a la edad y capacidades de nuestros hijos para que resulten realmente efectivas. En cualquier caso, a continuación te proponemos algunas dinámicas que os podrían ser de utilidad.
- El frasco de la felicidad
Debes conseguir un frasco, bote o caja que tengas por casa y un folio. Cada día, debéis escribir en un trozo de papel un mensaje bonito para alguien de la familia, una cita célebre llena de motivación, un recuerdo agradable que hayáis compartido... Se puede escribir cualquier mensaje bonito y positivo.
A continuación, se dobla el papel y se introduce en el recipiente. Una vez al día, a la semana o al mes (según cómo de ocupada esté vuestra agenda), podéis ir sacando del frasco de la felicidad estos mensajes y leyéndolos en voz alta. ¡Seguro que os llenan de alegría!
- El baúl del tesoro
Este juego está pensado para que los niños reflexionen sobre lo especiales e importantes que ellos mismos son. En una caja, metemos un espejo y, al entregársela para que la abran, debemos decirles: 'En esta caja está metido el mayor de los tesoros del mundo, ¿sabes qué es?' Una vez que vea el contenido de la caja podréis charlar sobre que cada uno somos únicos.
- Las notas adhesivas de la buena autoestima
Esta dinámica es tan sencilla como llenar nuestra casa de notas adhesivas con frases positivas llenas de motivación y mensajes bonitos. Cada vez que las leáis, os llenaréis de buena energía.
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