Recetas de postres caseros para endulzar el Día de Todos los Santos

Es muy común que para celebrar el Día de Todos los Santos, las familias se vayan al cementerio para hacer una visita a la sepultura de algún niño fallecido, aunque esta fiesta sea para rendir homenaje a todos los santos de la historia, y un día perfecto para elaborar y disfrutar de los dulces tradicionales de estas fechas. Para este día, cada país tiene sus propias preferencias en cuanto a la repostería. Sin embargo hay recetas que son comunes a muchos, como los buñuelos de viento, los huesos de santo,... son los postres más populares.

Dulces típicos para el Día de Todos los Santos - 1 de Noviembre

Aquí te presentamos 3 de los postres típicos y más tradicionales del Día de Todos los Santos, la fiesta que se celebra en el primer día de Noviembre:

- Receta de buñuelos de viento

Son un postre más suave, ligero y económico. Antes, le llamaban de buñuelos de viento por no estar rellenos de nada, de ninguna crema. Con el pasar de los años, los buñuelos pasaron a ser rellenos de distintos sabores. La masa para los buñuelos está hecha sólo de azúcar y harina, y su relleno puede variar: de chocolate, de trufa, de crema pastelera o de otro sabor que os guste.

- Receta de empiñonadas o panellets

Como suelen llamarlos en Cataluña, están hechos de azúcar, piñones, limón y huevo. Al igual de los huesos o los buñuelos, son unos pasteles pequeños, de sabor exquisito, muy tradicionales para la época.

Su preparación es sencilla y rápida y normalmente se hace mezclando almendra molida, azúcar, raspadura de limón e yemas de huevo. No hace falta asar ni freír las bolitas. Basta con pasarlas por clara batida y luego en piñones enteros. Si todavía no has probado estos postres, os recomiendo que lo hagáis. Es una buena forma para endulzar una tradición. 

- Receta de los huesos de Santo

Si hay un dulce muy tradicional del Día de Todos los Santos, esos son los huesos de santo, que están hechos de una masa de mazapán. Como su propio nombre dice, tiene forma definida de un 'hueso', son canutillos hechos de mazapán, recubiertos de almíbar.

Su relleno suele ser una masa de dulce de yema, aunque con el paso del tiempo se fueron diversificando. Hoy también se puede encontrar rellenos de chocolate, de trufa o incluso de frutas como el coco, el plátano o las fresas.

- Receta de pan de muerto

El pan de muerto es un dulce típico de México que suele elaborarse en los primeros días del mes de noviembre para celebrar el día de difuntos o de los muertos y el día de Todos los Santos. Junto con los huesos de santo o buñuelos de viento, es una de las recetas más típicos que se comen el Día de Todos los Santos. En esta época del año, no puede faltar ni en las ofrendas ni en las mesas de los mexicanos.

- Receta de Chulas de calabaza o zapallo

Estas Chulas de calabaza o tortitas de calabaza típicas de Galicia, España, se suelen elaborar con puré de calabaza, harina, azúcar, huevos y algo más. Son, en general, el postre, el desayuno o la merienda preferida de los niños. Les vuelven locos el poder degustar ese dulce y suave sabor de las tortitas, y acompañarlo con sirope de chocolate, de vainilla o de fresa.

- Receta de Pestiños

Los pestiños son un dulce típico de Andalucía, España, que se elaborar también en el día de todos los santos. Sin embargo, en cualquier época del año esta receta de pestiños dulces estará rica, ¡encantará a los niños, pero también al resto de la familia! Su receta es sencilla, fácil y puedes prepararla con los niños.

- Receta de flores fritas

Aunque son conocidas como flores de Carnaval, estas flores fritas son un dulce muy tradicional del Día de todos los santos. Tienen una forma muy especial de una rosa y es muy crujiente. Este dulce que tiene una preciosa forma de flor se suele consumir el día 1 de noviembre en la Festividad de Todos los Santos, en memoria de las personas queridas que fallecieron.

La celebración del Día de Todos los Santos con niños

La celebración católica del Día de los Fieles Difuntos fue traída a Latinoamérica por los españoles (misioneros católicos, conquistadores y colonizadores), en el siglo XVI. Siglos antes, en IX, el Papa Gregorio IV promulgó el primero de noviembre para dedicarlo a rezarles a los santos, declarándolo en el calendario litúrgico como 'El Día de Todos los Santos.'

También conocida por Día de Muertos, Día de los Difuntos y Día de los Angelitos, el Día de Todos los Santos se trata de una fiesta que mezcla con los rituales indígenas para honrar a los muertos.

Por lo general, en la mañana del primer día del mes de Noviembre las familias arreglan los altares en honor a sus seres fallecidos. Exponen fotografías, la comida favorita del muerto, encienden velas, incienso y añaden regalos.

El siguiente paso es visitar el panteón donde las familias se reúnen y rezan alrededor de las tumbas de sus conocidos, las limpian, decoran y arreglan. Al final del día, alegremente, se celebra la vida con música, baila y fiesta.

¿Por qué celebran la muerte de una forma alegre? Desde hace siglos los pueblos indígenas han celebrado a sus antepasados muertos. Los rituales por sus seres queridos se centran en el intercambio recíproco en lo cual los vivos le ofrecen a los muertos comida, música, flores, bebidas alcohólicas y otras cosas para complacerlos y asegurar que los bendigan en sus actividades terrenales, como una buena cosecha o el matrimonio.

Estos pueblos de América no veían a la muerte como un fin sino como parte del ciclo de la vida. Los conceptos indígenas de la vida y la muerte expresados en estos rituales se entretejieron perfectamente con las tradiciones del Día de los Fieles Difuntos que trajeron los españoles.

Hoy en día estas fechas se observan en los calendarios litúrgicos Católico Romano, Luterano y Anglicano (Episcopal) y además en Latinoamérica se celebra como un día feliz con elaboradas y alegres festividades únicas de cada región.

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