Guía sobre la anemia infantil - Mi hijo está cansado, decaído y pálido

La anemia en niños es un motivo de consulta habitual en pediatría, constituyendo una preocupación de suma importancia para muchos padres que ven a sus hijos con debilidad o cansancio extremo, pálidos, con fatiga constante, falta de apetito, taquicardia o que pasan mucho tiempo durmiendo y con sueño. En ocasiones estos síntomas propios de la anemia infantil suelen confundirse con otro tipo de problemas de salud físicos hasta emocionales, llegando a pensar, por ejemplo, que la debilidad, cansancio o somnolencia (dormir mucho) que está teniendo el pequeño, se debe a un sentimiento de desánimo o algún episodio depresivo.

¿A qué nos referimos con anemia infantil?

La anemia en niños en un síndrome que se caracteriza por una disminución irregular del tamaño y número de los glóbulos rojos que están contenidos en la sangre o de sus cifras de hemoglobina. Para hablar de la anemia en niños es importante tener claros algunos conceptos básicos que hacen parte de este síndrome, como lo son la hemoglobina y la deficiencia de hierro (generador de la anemia ferropénica).

La sangre y los niveles de hemoglobina en los niños

¿Sabías que la hemoglobina es la causante de la coloración roja en nuestra sangre? Esta es una proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y contiene grandes cantidades de hierro que al entrar en contacto con el oxígeno (mismo que transporta) genera el color rojizo característico de la sangre.

En la sangre, la hemoglobina tiene una función muy importante que es mantener una adecuada oxigenación del organismo, ya que ella transporta el oxígeno desde los alvéolos pulmonares a todos los tejidos y órganos del cuerpo, así como también, traslada el dióxido de carbono de los tejidos y órganos, a los pulmones y de allí es expulsado fuera del organismo, de esta forma, se mantiene una adecuada y necesaria, oxigenación en nuestro cuerpo.

Pero cuando los niveles de hemoglobina se alteran, es cuando comienzan los problemas, especialmente con el oxígeno en el cuerpo, pues si el nivel de hemoglobina es bajo, compromete la oxigenación de todo nuestro organismo, además el hierro también desciende causando la anemia ferropénica, y si el nivel de hemoglobina es alto puede hacer la sangre viscosa y causar de igual manera una deficiencia en la recepción del oxígeno al cuerpo.

¿Cómo saber cuál es el nivel de hemoglobina adecuado en niños? Esta tabla te lo mostrará

 La sangre y los valores de hierro en los niños

El cuerpo necesita el hierro para formar la hemoglobina y cada vez que un glóbulo rojo muere (vida media 120 días), la hemoglobina se rompe y el hierro se reserva y unas proteínas llamadas transferrina, lo trasladan una vez más a la médula ósea para usarlo en la creación de nuevos glóbulos rojos.  El resto de la hemoglobina forma la bilirrubina.

Cuando los niveles de hierro son bajos aparece la anemia ferropénica, una enfermedad muy común en la edad pediátrica, con una prevalencia estimada entre un 10 a 20%, y si los niveles de hierro son altos, puede generar hemocromatosis, una enfermedad menos común que afecta a un número bajo de personas, aunque es igual de complicada, ya que puede causar daños tóxicos en el páncreas, corazón, y articulaciones.

Cuando un niño presenta bajas concentraciones de hierro en la sangre podría afectar el desarrollo de sus funciones cognitivas.

Síntomas de la anemia en niños

Se dice que la anemia infantil es una enfermedad invisible debido a la similitud de su sintomatología con la de otras enfermedades, esto hace que desatendamos a su diagnóstico y tratamiento a tiempo, si la anemia no se trata adecuadamente, puede repercutir gravemente en la salud de los niños afectando su desarrollo físico y cognitivo presentando dificultad en su atención y concentración en los estudios, o en el desarrollo de habilidades como los deportes o artísticas. Por eso es importante que prestes atención a los siguientes síntomas:

• Cansancio, falta de energía
• Debilidad y astenia
• Palidez cutánea y mucosa
• Somnolencia (duerme mucho)
• Taquicardia (aumento de las pulsaciones del corazón), cada vez que realiza una actividad
• Sensación de frío frecuente
• Falta de apetito
• Uñas y/o cabello quebradizo
• Pagofagia (comer hielo) o pica (comer sustancias que no tienen valor nutricional: hielo, tierra, arcilla, papel)

¿Qué produce los problemas de sangre como la anemia en niños?

Dentro de las causas de la anemia en niños hay algunas que son generadas por factores que no dependen de nuestro control como lo es el historial médico familiar, y otras que, si podemos controlar, como los hábitos alimenticios.

1. Déficit de vitamina B12, por ingesta deficiente diaria necesaria (veganos)
2. Enfermedades intestinales
3. Pérdida de sangre: hemorragias
4. Enfermedades hereditarias: anemia de células falciformes
5. Déficit de hierro: anemia ferropénica, en niños, sobre todo por enfermedades hemolíticas o hereditarias
6. Interfiere en el desarrollo cognitivo del niño; Dificultad para concentrarse y poner atención
7. Bajo desarrollo de habilidades
8. Dificultad en el desarrollo cerebral

Tipos de anemia infantil según su causa

Podemos encontrar varios tipos de anemia de acuerdo a su causa, además de la baja concentración de hierro como la forma más común de anemia en niños, existen otras conocidas que producen los siguientes tipos de anemia:

• Anemia hemolítica: aparece cuando hay destrucción de glóbulos rojos (hemólisis). La vida normal de los glóbulos es de aproximadamente 120 días, en este tipo de anemia los glóbulos se destruyen más rápido generando problemas autoinmunes, infecciones debido entre otras cosas por transfusiones de sangre no compatibles. Como tratamiento se requiere de transfusiones de sangre compatibles, hierro y ácido fólico.
• Anemia por deficiencia de hierro-Ferropénica: presentada por hemorragias, corte prematuro del cordón, insuficiente hierro en la alimentación. Este tipo de anemia puede curarse a partir de buenos hábitos y consumo de alimentos ricos en hierro.
• Anemia perniciosa: déficit de vitamina B12 o posible dificultad para que el cuerpo pueda absorberla. Esta vitamina estimula la formación de glóbulos rojos.
• Anemia Falciforme: es de origen hereditario y hace que la anatomía de los glóbulos rojos se vea alterada, es decir, que tengan formas incorrectas o no tengan las características idóneas para transportar el oxígeno con normalidad al organismo. Aunque no tiene cura como otro tipo de anemias, hay tratamientos que ayudan a mejorar los síntomas.
• Anemia aplásica: La médula ósea no produce la cantidad suficiente de células sanguíneas, por lo que hay menor producción de glóbulos rojos, para mejorar esta condición es necesario hierro, ácido fólico y vitamina E.
• Anemia inflamatoria: una enfermedad es la que interfiere en la formación de glóbulos rojos, por ejemplo si el niño ha sufrido o sufrió cáncer, lupus, hepatitis entre otras.
• Talasemia: de origen genético y hereditario, donde se produce poca hemoglobina, por lo que no existe una cura, sin embargo, si hay procedimientos médicos como transfusiones o trasplante de médula ósea que mejoran notablemente los síntomas.

¿Cómo diagnostica el pediatra la anemia infantil?

En consulta, el pediatra o hematólogo pediatra, se encargará de realizar un diagnóstico basado en los siguientes aspectos:

1. Anamnesis exhaustiva para determinar factores de riesgos o predisponentes de anemia, tomándose en cuenta: antecedentes personales, familiares, raciales, obstétricos, edad y tipo de alimentación.
2. Exámen físico, buscando síntomas de anemia descritos anteriormente.
3. Se debe solicitar pruebas de laboratorio como:

• Hemograma completo
• Hierro sérico
• Ferritina sérica
• Recuento de reticulocitos
• Frotis de sangre periférica
• Saturación de transferrina

Aumentar el consumo de hierro una opción para tratar la anemia

Ahora que ya conoces más acerca de la anemia infantil, sus causas, tipos, consecuencias y sintomatología, es importante recurrir al pediatra de cabecera, recuerda que el tratamiento para este síndrome debe ser indicado por un profesional de la medicina como un pediatra o hematólogo pediatra y va a depender del tipo de anemia, causa y edad del niño.

Por lo general, la anemia ferropénica (déficit de hierro) es la más frecuente en la edad pediátrica y esta se trata con suplementos de hierro oral, dieta con alimentos ricos en hierro junto con alimentos ricos en vitamina C para que haya una mejor absorción y biodisponibilidad del hierro, verduras de hoja, carne, leche, huevos, zanahoria, naranja.

Un llamado importante es a la prevención, en este caso, la lactancia materna, independientemente de las cifras de hemoglobina de la madre, es beneficiosa para evitar la anemia ferropénica en niños (bajo hierro en la sangre). También durante la gestación y la lactancia hay una transferencia de hierro de la madre al hijo, que previene los procesos infecciosos intestinales mediados por las bacterias que consumen hierro y el estrés oxidativo por el riesgo potencial de deficiencia de hierro materno-infantil.

Si estás en embarazo  puedes prevenir la anemia de tu hijo más adelante cuidandote, asistiendo a controles y teniendo buenos hábitos alimenticios.

Puedes leer más artículos similares a Guía sobre la anemia infantil - Mi hijo está cansado, decaído y pálido, en la categoría de Enfermedades infantiles en Guiainfantil.com.